Fichados entre la masa
China ha empezado a expedir carnés de crédito social con puntos a cada ciudadano en función de sus estudios, sus deudas, locales que frecuenta, webs que visita, métodos de control de natalidad que usa, creencias religiosas, problemas de salud, salario que cobra, comentarios en las redes...
Y es que cada vez hay más datos sobre ti que sirven para identificarte y tenerte fichado. Incluso investigadores de la Universidad de Stanford diseñaron, a finales de 2017, un programa para distinguir si una persona es hetero u homosexual solo a partir de una foto de su cara, con un 81% de aciertos para los hombres y un 74% para las mujeres. “Esta tecnología no solo puede alentar la discriminación, también podría poner en peligro la vida de personas que viven en regímenes brutales donde la homosexualidad se considera un delito”, denuncia el grupo en defensa de los derechos civiles The Human Rights Campaign.
Mientras, cada vez más dispositivos registran nuestros datos biométricos, como el iris y la huella digital. “Son unos datos muy personales y los cedemos inconscientemente a cambio de confort”, nos advierte la experta en seguridad Paula de la Hoz.