LOS ALGORITMOS NO TIENEN UNA BOLA DE CRISTAL
QUIZÁ HAYA MÁS PROBABILIDADES DE QUE
ACIERTES LA PRIMITIVA que de que un algoritmo adivine quién va a ganar un mundial de fútbol. Investigadores de las universidades de Dortmund, Gante y Múnich usaron por separado un tipo de algoritmo llamado Random Forest (bosque aleatorio) para pronosticar el desenlace del torneo recientemente disputado en Rusia, y todos concluyeron que España era la campeona más probable. Las siguientes favoritas, en orden de posibilidades, eran Alemania y Brasil. Francia, a la postre campeona, aparecía cuarta en la lista. Croacia, subcampeona, novena. ¿Qué falló?
Lo que dicen los especialistas es que no basta con juntar datos y marcadores anteriores para vaticinar un resultado de fútbol. Cualquier actividad en la que interviene el factor humano es difícil de predecir, y más una en la que inciden veintidós jugadores, un equipo arbitral, una tecnología (el videoarbitraje), emociones e imponderables como el clima... Hay expertos en datos que intentan predecir los resultados con herramientas de machine
learning y algoritmos, y para ello cada minuto de cada partido debe ser simulado. Esto se conoce como proceso de cadena de Márkov. Una simulación incorrecta genera resultados no fiables. Y...