¿Qué es la tDCS?
Como hemos visto, otra forma de activar el cerebro, aparte de la estimulación magnética transcraneal (EMT), es mediante corriente eléctrica directamente aplicada sobre el cráneo, sin partir de un campo magnético. La tDCS o estimulación eléctrica cerebral con corriente continua usa una corriente débil, con una batería de nueve voltios, aplicada al cráneo mediante electrodos. Las sesiones suelen ser de veinte minutos y su aplicación produce un efecto de cosquilleo en la cabeza, acompañada de un leve murmullo.
Es una forma de estimulación que se ha usado para los mismos propósitos que la EMT, sobre todo en la investigación: cambia la excitabilidad neuronal, haciendo que las neuronas se vuelvan más receptivas –o menos, en función de la dirección de la corriente–. También ha dado pie a todo tipo de inventos caseros y pruebas hechas por profanos siguiendo una moda que ha causado furor entre los youtubers. En varios canales se pueden encontrar vídeos de cómo fabricar un dispositivo para espabilar al cerebro por un coste menor de veinte euros. “Se mueven en un submundo marginal. Por ejemplo, muchos vídeos muestran a gente que se aplica la tDCS antes y después de jugar a videojuegos. Afirman que mejora sus capacidades de concentración y rendimiento en los resultados”, señala el doctor Prieto.
También hay quien lo utiliza para amplificar las facultades mentales; en niños, por ejemplo. Y en EE. UU. venden cascos por unos 300 dólares que usan los deportistas para estimular las zonas motoras del encéfalo –en la foto de la derecha, el Halo Neuroscience–. Sin embargo, como advierte el experto, “es un campo muy peligroso, porque si se juega a mejorar la memoria o las capacidades cognitivas, no sabemos qué efectos se pueden producir. Hay que tener cuidado, porque el cerebro es muy plástico y puede causar consecuencias indeseadas. Sobre todo, en el caso de los niños”.