“¿VOY AL MÉDICO, CAMISA?”
Una de las posibles aplicaciones de las fibras inteligentes creadas en el MIT es la sanitaria. Estas fibras podrían usarse para hacer pulseras que midan nuestro ritmo cardiaco y otras constantes, o vendas específicamente pensadas para monitorizar cómo funciona el tratamiento que estemos siguiendo. El Departamento de Defensa de EE. UU. ya estudia cómo integrarlas en la ropa de sus soldados.