Paso a la nueva estrella de la ciencia
El sincrotrón que sucederá al ESRF, la Fuente Extremadamente Brillante (EBS, por sus siglas en inglés), merece su nombre: de acuerdo con los cálculos del director del ESFR, Francesco Sette, es cuarenta millones de veces más luminoso que Sirio, la estrella más reluciente del firmamento. Comparado con el Sol, sería cien billones de veces más brillante. El proyecto ESFR-EBS –su nombre oficial– tiene un presupuesto de 150 millones de euros y se prevé que esté listo en 2022.
LUZ ULTRACONCENTRADA. “La comparación del brillo de las fuentes de luz artificiales, como los aceleradores de partículas, y el de una estrella típica, como el Sol, es un clásico. Y esto, además, no es algo privativo del EBS: los sincrotrones actuales son ya unos nueve órdenes de magnitud más brillantes que el Sol. O sea, mil millones de veces; el EBS lleva esto mucho más lejos”, afirma Gastón García, subdirector del sincrotrón español ALBA. No obstante, García matiza el símil.
“Lo que hace superior al acelerador de partículas en este aspecto es, principalmente, que la estrella propaga su luz en todas direcciones, mientras que un sincrotrón la emite solo en una dirección muy bien definida. Además, los astros del cielo son enormes, cuando la fuente de radiación de una de estas instalaciones es muy pequeña. Es decir, la emisión en un sincrotrón está muy concentrada”, aclara el experto.