INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Los coches no se iban a quedar fuera de Lo que nuestros nietos estudiarán como uno de los cambios más influyentes de la historia: la Revolución Tecnológica. No hace falta explicar a estas alturas la importancia de la inteligencia artificial (IA) y el espacio que ocupa en los últimos lanzamientos de la industria del automóvil. En los próximos juegos olímpicos, Toyota estrenará vehículos autónomos de nivel 4 que circularán sin conductor por zonas acotadas y tomarán decisiones por sí mismos. También sabemos que Bosch y Daimler están desarrollando en el sur de Alemania lo que para estas dos compañías es la versión del coche del futuro.

En general, hoy no hay fabricante que no esté inmerso en proyectos en torno a la IA. Vamos hacia un nuevo concepto de movilidad. Al salir de casa decidimos si vamos en nuestro coche o en otro vehículo que estamos conociendo en ese mismo instante. También podemos decidir si alquilamos un servicio de movilidad de dos o de cuatro ruedas. En cualquier opción contamos con asistentes virtuales que nos acompañan durante el camino para guiarnos.

Cabe pensar que estamos solo en el prólogo de la historia. Google, Amazon, Facebook, Microsoft o Apple están desarrollando softwares para convertir el transporte en un servicio de pago por uso. Baidu –el Google chino–, lidera el proyecto Apollo para fabricar coches autónomos en el país asiático. No me cabe duda de que la sociedad, incluidas las generaciones más veteranas, estarán a la altura de estos cambios. Nuestros abuelos han aprobado con matrícula en estos últimos años los exámenes continuos a los que han sido expuestos. Habrá que ver la capacidad de gestión de los más jóvenes y si podrán entender que el reto en el futuro será seguir pensando con autonomía a pesar de lo que las máquinas puedan hacer por nosotros.