Muy Escéptico
UNO DE CADA DOS ESTADOUNIDENSES CREE EN LUGARES ENCANTADOS Y EN LA ATLÁNTIDA, Y CUATRO DE CADA DIEZ, EN QUE LOS EXTRATERRESTRES NOS VISITARON EN LA ANTIGÜEDAD.
Lo paranormal cotiza al alza en Estados Unidos. Incluso la creencia en los ovnis, que algunos considerábamos en declive. Aunque parezca mentira, el número de estadounidenses convencidos de que nos visitan extraterrestres se ha duplicado en tres años: en 2015 suponían el 18,1 % de la población, y ahora son el 35,1 %. Es decir, de 57,9 millones han pasado a 114,6, aproximadamente.
Un incremento similar se ha dado entre quienes piensan que seres de otros mundos nos visitaron en la antigüedad –eran el 20,3 % hace cuatro años y hoy son el 41,4 %– y en el bigfoot –del 11,4 % al 20,7 %–. Y, en menor medida, entre los creyentes en lugares encantados –del 41,4 % al 57,7 %– y en antiguas civilizaciones al estilo de la Atlántida –del 39,6 % en 2016 al 57 %–.
Además, astrólogos y videntes son capaces de ver el futuro para el 20,7 % de la población norteamericana, frente al 13,9 % de 2015, y uno de cada dos encuestados –49,6 %– sospecha que el Gobierno oculta información sobre encuentros con alienígenas. Solo una de cada cuatro personas –24,1 %– no tiene ninguna creencia paranormal de las siete sobre las que se ha preguntado a 1.190 mayores de edad en la encuesta de la Universidad Chapman de la que proceden estos datos. O, como subrayan los autores, “más de tres cuartas partes de los estadounidenses creen al menos en un fenómeno de este tipo”.
EL SONDEO SOBRE LOS MIEDOS DE LA POBLACIÓN DE ESTADOS UNIDOS se repite anualmente desde 2014, y siempre ha incluido una sección sobre dichos asuntos. En las últimas entregas se ha preguntado a los participantes si seres de otros mundos visitaron la Tierra en el pasado; si lo hacen en la actualidad; si hay lugares encantados; si el bigfoot es una criatura real; si han existido antiguas ci--
vilizaciones avanzadas como la Atlántida; si algunas personas son capaces de mover objetos con la mente –así lo piensa el 26,2 % de los encuestados–; y si las hay que ven el futuro. Las respuestas revelan que “todas las creencias paranormales están creciendo” a un ritmo tan rápido que sorprende a los investigadores. “Dado que nuestra encuesta tiene un margen de error del 3,9 %, debemos tener en cuenta que algunos de estos cambios pueden ser un poco más grandes o más pequeños que los presentados”. Sin embargo, el patrón principal es claro: “Los estadounidenses se están volviendo más paranormales”, dicen. ¿Y cómo se explica que ocurra precisamente cuando hay más información fiable y accesible que nunca?
“PARA Mí, ESTO INDICA UN PROFUNDO DESEO APARENTE DE LA GENTE POR LA ESPIRITUALIDAD o la creencia en cosas más allá del mundo físico. La religión convencional está perdiendo adeptos y lo paranormal parece estar recogiéndolos. Lo veo como una manera de ser espiritual sin las restricciones de la fe tradicional, y está claro desde hace mucho tiempo que la ciencia no eliminará la religión”, explica a MUY el sociólogo Christopher Bader, coautor del libro Paranormal Ame
rica (2010) y uno de los directores del estudio. El “quiero creer” de Fox Mulder en la serie Expediente X es el motor que impulsa lo paranormal y la fe. Los humanos deseamos trascender, ser algo más que animales –racionales, pero animales– con fecha de caducidad. Además, cuando alguien cree en algo, incluidas las ideologías políticas, suele evitar exponerse a información que cuestione sus convicciones. Si lo hace y tiene la mente abierta, es posible que cambie de opinión; muchos escépticos hemos sido antes creyentes en algo raro.
A la inclinación por “formas de espiritualidad menos organizadas” se añaden, a juicio de Bader, otros dos factores clave: la proliferación de programas de televisión sobre estos temas y “la democratización de lo paranormal”, que ha hecho que hoy cualquiera pueda considerarse cazador de fantasmas o monstruos.
En los últimos años hemos asistido a un bombardeo incesante de mensajes que refuerzan las creencias sobrenaturales. Los espacios esotéricos no son algo nuevo –recordad Más allá y La puerta del miste
rio, los clásicos de TVE presentados por Fernando Jiménez del Oso–, pero ahora el mal llamado misterio lo impregna todo en Estados Unidos. A los programas especializados se unen la denominada te- lerrealidad –con cazafantasmas a cuyas peripecias podemos asistir en directo– y la deriva de algunas emisoras temáticas.
Aunque parezca mentira, hubo un tiempo en que canales como Historia y Discovery –por citar los dos cuyo giro ha sido más brusco– emitían documentales críticos ante las mismas afirmaciones infundadas que ahora promueven. De repente, todo cambió en 2010 con la exitosa irrupción de Ancient Aliens – Generación alien en España y Alienígenas ancestrales en Hispanoamérica–, serie de la que hasta el momento se han emitido trece temporadas y que atribuye los grandes logros humanos del pasado a la intervención de extraterrestres. “Si se hubiera cancelado tras su primera temporada, dudo de que hubiéramos observado la fuerte subida de esta creencia”, sostiene David Anderson, arqueólogo de la Universidad de Radford, quien suma al fenómeno Ancient Aliens –y todas las producciones hechas a su rebufo– la multitud de canales conspiranoicos de YouTube.
ESTE ESTUDIOSO DE LA PSEUDOCIENCIA cree que, por lo que a su disciplina respecta, los arqueólogos “tendrían que hablar más abierta y libremente” sobre unos temas que atraen a mucha gente porque, al no hacerlo, “alimentan la narrativa de la conspiración de que se está encubriendo algo”. Bader, por su parte, no tiene tan claro que los críticos vayan a convencer a nadie más que “a quienes se encuentran en los márgenes”, porque la mayoría de los escépticos, en su opinión, “predican desafortunadamente para los ya convertidos".
HA HABIDO UNA EXPLOSIÓN DE PROGRAMAS TELEVISIVOS QUE ALIENTAN ESTE TIPO DE CREENCIAS