¿Está decayendo el cociente intelectual?
Durante media docena de décadas del siglo pasado, el cociente intelectual (CI) medio de la población en gran parte del mundo fue ganando puntos de generación en generación. De hecho, dicho incremento fue bautizado como efecto Flynn, en honor del investigador político neozelandés James R. Flynn, que fue el primero en percatarse de esta tendencia en los años ochenta. Los expertos atribuyeron esta escalada del nivel de inteligencia a la mejora en la calidad de vida y supusieron que no tenía techo. Puede que pecaran de optimistas. Diversos estudios llevados a cabo en países como el Reino Unido, Dinamarca, Finlandia, Francia, Islandia, Alemania, Suecia y Holanda indican que en las últimas décadas las puntuaciones en los test de CI han bajado de manera considerable. El último, realizado por el Centro de Investigación Económica Ragnar Frisch de Oslo y publicado el año pasado en la revista PNAS, concluye que el CI de los noruegos ha estado bajando durante décadas, a razón de siete puntos por generación. ¿Significa esto que nos estamos volviendo cada vez más tontos? Si es así, ¿a qué se debe? ¿Ordenadores, tabletas, móviles, asistentes virtuales y otros gadgets de uso masivo nos están idiotizando? Unos expertos aseguran que sí, mientras que otros miran con recelo estas investigaciones. La polémica está servida.