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“Es preciso salvaguardar los tesoros de nuestro patrimonio cultural, en cualquiera de sus formas, ya se trate de una escultura o un trabajo pictórico. Pero tal cosa no debe recaer únicamente en los conservadores y restauradores. La tecnología puede servirnos de gran ayuda”. Así de taxativos se muestran los responsables de la Sociedad Fraunhofer, una de las organizaciones europeas más destacadas en el estudio de las ciencias aplicadas, que lidera un proyecto multidisciplinar encaminado, precisamente, a preservar algunos de los tesoros artísticos más relevantes.

Para ello, un equipo de investigadores de dieciséis centros de esta institución se encarga de digitalizar las obras y obtener réplicas virtuales en 3D de las mismas, lo que, por ejemplo, permite examinarlas online en detalle desde cualquier lugar del mundo.

CADENA DE MONTAJE DIGITAL. Aunque se trata de una tarea laboriosa, a la que normalmente hay que dedicar mucho tiempo, los expertos de la Sociedad Fraunhofer han ideado distintas estrategias y dispositivos con los que pueden manejar con facilidad toda la colección de un museo. Es el caso de la línea automatizada de escaneado CultLab3D, cuyas nueve cámaras fotografían desde todos los ángulos los objetos que se colocan en ella. En apenas cinco minutos construye un modelo digital de la pieza y queda lista para ocuparse de la siguiente.

Otros instrumentos, como el brazo robotizado CultArm3D-P, captan incluso la geometría, textura y propiedades ópticas de las muestras, aunque no hayan sido catalogadas antes. Además, un sistema de análisis por ultrasonidos, aún en desarrollo, permitirá visualizar su interior y detectar en el acto si presentan daños.

El sistema automatizado CultLab3D digitaliza los objetos en pocos minutos –en la imagen, el busto de Nefertiti, tallado hacia 1340 a. C.–, una tarea que, de otra forma, puede llevar horas.