Las bolsas, en cifras
Cada vez más países del mundo aprueban normas para evitar el uso abusivo de las bolsas de plástico y su impacto ambiental. En España, el real decreto 293/2018 prohíbe desde el pasado 1 de julio que puedan entregarse a los consumidores de forma gratuita, a excepción de las muy ligeras que sean necesarias por razones de higiene o para alimentos a granel y de las de espesor igual o superior a 50 micras con un porcentaje de plástico reciclado que sea del 70 % como mínimo.
Portavoces de asociaciones de supermercados,
como ACES y Asedas, recuerdan que la mayoría de sus establecimientos empezaron a cobrar las bolsas de plástico de un solo uso años antes de la aprobación de esta ley y que, gracias a ello, han reducido su consumo entre el 80% y el 85%. Sin embargo, la impulsora del movimiento #DesnudaLaFruta, Isabel Vicente, cree que este real decreto es “poco ambicioso, sobre todo en el punto de intentar sustituir las bolsas tradicionales por las compostables, que, si son abandonadas en la naturaleza, se convertirán también en un residuo duradero, ya que no tienen las condiciones necesarias para transformarse en residuo orgánico. Además, no todos los municipios tienen un sistema de gestión de residuos con compostaje”, señala.