Microplásticos y plásticos ahogan nuestros mares
Greenpeace destaca el enorme impacto de los plásticos en los océanos citando datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA): “Llegan cada año al mar hasta doce millones de toneladas de residuos plásticos que ahogan a la fauna marina e, indirectamente, afectan al ser humano. Se estima que, en ese mismo periodo, más de un millón de aves y más de cien mil mamíferos marinos mueren a causa de los plásticos que se encuentran en los océanos”.
A su vez, los plásticos se degradan y fragmentan con el tiempo hasta convertirse en pequeñas partículas, los microplásticos, que llevan ya en su composición diversos productos, como abrasivos industriales, exfoliantes, cremas faciales y solares, pasta de dientes, champús, geles, productos para bebés y repelentes de insectos. Tras su uso, aunque pasan por los sistemas de tratamiento de aguas residuales, buena parte llega a los mares y océanos. Y los microplásticos pueden convertirse en elementos incluso aún más pequeños, los nanoplásticos, que entran en la cadena alimentaria, porque los peces los ingieren. Estos plásticos tienen ftalatos, polímeros de plástico que a su vez absorben otros contaminantes. Y, por si fuera poco, en los ríos se evaporan y parte de ellos pasan a la atmósfera.
Para poner freno a este problema, la Comisión Europea ha propuesto nuevas normas para los diez productos de plástico de un solo uso que se encuentran con más frecuencia en nuestros mares y playas.