EL BARCO FANTASMA GALÉS

El 29 de agosto de 1884, los marineros del HMS Mallard, un barco de la Armada británica, avistaron un bergantín a la deriva frente a las costas de Canadá. Se trataba del SV Resolven. En su interior, el fuego de la cocina seguía encendido y la mesa de la cabina estaba repleta de comida, pero no había nadie, ni el capitán John James, de Cardiganshire (Gales), ni los siete hombres de la tripulación que habían zarpado de Aberystwyth meses atrás, ni los cuatro pasajeros que habían recogido a lo largo de la bahía de la Concepción, en el sureste de Terranova. Tampoco apareció la pequeña fortuna en monedas de oro –unas 300 libras de entonces– que supuestamente llevaba la nave. Eso sí, faltaba el bote salvavidas. ¿Qué había ocurrido? QUIENES DIERON CON EL SV RESOLVEN CONJETURARON que había sido abandonado menos de seis horas antes de que lo descubrieran. Solo así se explicaba que fuera a todo trapo y estuviera prendida la lumbre. Buscaron en las costas cercanas, pero no encontraron ni rastro de ellos. ¿Por qué habían dejado el barco? ¿Y por qué lo habían hecho todos a la vez? A lo largo de los años se han manejado diversas hipótesis. Una bastante extendida postula que creían que iban a estrellarse contra un iceberg. Sin embargo, la embarcación no presentaba grandes desperfectos. De hecho, en pocos días fue remolcada al puerto de Catalina, donde se repararon unas pequeñas averías y volvió al mar. ¿Estaba detrás del enigma un motín? Nada indicaba que ese hubiera sido el caso. Otros investigadores han propuesto que el SV Resolven pudo haber sido abordado por piratas, pero no se encontraron pruebas de que hubiera ocurrido algún altercado. EL BISNIETO DEL CAPITÁN, WILL WAIN, que había escuchado la leyenda de boca de su tío abuelo, decidió comprobar si era cierta. En los Archivos Nacionales de Inglaterra encontró el diario de navegación del Mallard, que describía el descubrimiento del barco. En 2015, abrió una página en Facebook para contar la historia. Fue entonces cuando una mujer de Terranova le escribió para comentarle un suceso increíble: su abuelo le había contado hacía años que su familia había hallado el cadáver de un hombre cerca de la costa, en Random Island, justamente en el mismo mes y año en el que se había producido la desaparición del SV Resolven. El muerto aún llevaba el uniforme de capitán y se encontraba sentado bajo un árbol, frente al océano. Lo enterraron en una tumba sin nombre, en un pequeño pueblo de pescadores del cual no recordaba el nombre. Wain aún busca la tumba.