LAS BICIS, UNA OPCIÓN ECOLÓGICA Y CLAVE PARA LA MOVILIDAD URBANA
Un estudio de la Universidad de Glasgow (Escocia) sostiene que ir a trabajar en bici podría reducir a la mitad el riesgo de padecer enfermedades cardiacas o cáncer entre quienes lo hacen a diario. Bastaría con algo menos de 50 kilómetros semanales. La investigación analizó datos de 264.337 personas a lo largo de cinco años, y concluyó que, en comparación con los que siempre van a la oficina en coche, tal beneficio se cifra en un 41 % menos de posibilidades de sufrir una muerte temprana, un 46 % menos de tener dolencias cardiovasculares y un 45 % menos de desarrollar un tumor.
Esta es solo una de las muchas investigaciones que destacan las virtudes físicas del pedaleo: otra muy reciente del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), basada en entrevistas a 8.800 habitantes de grandes urbes europeas, recalca que el uso habitual de la bicicleta se asocia a una mejor salud mental, mayor vitalidad, una considerable reducción del estrés y más sociabilidad. El trabajo también ha analizado los efectos de moverse a pie, en vehículo privado y en transporte público, y recalca que solo caminar produce beneficios similares a los de desplazarse sobre dos ruedas a golpe de pedal. Por si fuera poco, los estudios constatan que los ciclistas tienen menor índice de grasa corporal.
AIRE LIMPIO, DINERO VERDE. Agobiadas por la contaminación y el tráfico congestionado, cada vez más ciudades –entre ellas las españolas– restringen la circulación de vehículos contaminantes y promocionan la bicicleta, sobre todo con la apertura de carriles específicos para ellas. Y esto va más allá de ser una medida ecologista bienintencionada. También puede ahorrar dinero (y generarlo).
El desarrollo de una economía sostenible ha llevado a la UE a crear lo que denomina Estrategia de Ciclismo, un plan que ha arrancado con un conjunto de recomendaciones para promover este medio de transporte en todos los países comunitarios, con el año 2030 como fecha para cubrir los objetivos previstos. Entre otras cosas (ver los datos de la derecha), se prevé que en una década el sector de la bicicleta proporcione empleo a más de 875.000 europeos.