HALLAN EN CÓRCEGA UNA TUMBA ETRUSCA DE CASI 24 SIGLOS
un equipo de expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas francés (INRAP), liderados por el arqueólogo Laurent Vidal, ha descubierto cerca de Aléria (Córcega) un cementerio etrusco y romano en un excepcional estado de conservación. El enclave salió a la luz durante la construcción de un edificio y, para los científicos, pronto quedó claro que se trataba de un hallazgo relevante. La excavación se extiende sobre una hectárea y está bordeada de vías romanas. De momento, se han localizado 130 tumbas, un auténtico tesoro antropológico si tenemos en cuenta que la acidez del suelo en esta zona suele provocar la destrucción de los restos. Por el contrario, en esta necrópolis se han conservado varias osamentas, la arquitectura de las sepulturas y más de doscientos objetos –adornos, vasijas, joyas...–, datados entre los siglos IV a. C. y III de nuestra era.
EL DESCUBRIMIENTO MÁS RELEVANTE HA SIDO EL DE UN HIPOGEO ETRUSCO, una cámara funeraria subterránea excavada en la roca, con techos abovedados, localizada a más de dos metros de profundidad, bajo otras sepulturas. Los arqueólogos la fechan en los siglos V al IV a. C. Se accede a ella a través de un tramo de escalones y un pasillo de seis metros de largo, y la pared de tierra que la ha mantenido sellada permanece intacta. Por norma general, estas construcciones estaban destinadas a personas de alto rango social, por lo que su hallazgo podría proporcionar información clave sobre esta cultura. En la foto de arriba, un anillo con un animal pequeño –según los expertos, parece una ardilla– jugando con una pelota; data de entre finales del siglo I y principios del III. Abajo, pendientes descubiertos, junto con otras joyas, a los pies de un sujeto enterrado en una tumba con paredes de ladrillo.