Provoca ¿y vencerás?
Para difundir su ideología sobre las leyes de igualdad de género o la inmigración musulmana, el partido liderado por Santiago Abascal –abajo, en la foto– ha demostrado que nada más eficaz que WhatsApp. El sistema de mensajería privada que más se usa en España da a los mensajes cierto carácter de familiaridad, y ayuda a que estos prendan como la pólvora. Algo parecido pasa con Twitter, donde se publicaron en febrero de este año tres millones de tuits mencionando a Vox, un millón por delante de los que hacían referencia al PSOE o al PP, según la consultora Digimind.
Para George Lakoff, profesor de Lingüística en la Universidad de California en Berkeley, la clave para hacerse el amo de las redes está en llamar la atención. Y nada mejor que lanzar mensajes provocativos que siembren cabreo y frustración. Por ejemplo, al tildar al feminismo de supremacista, se logran dos cosas: meterse en el bolsillo a quienes prefieren el machismo y crear una oleada de reacciones furiosas que dan más publicidad a los promotores de la idea aberrante. Pero ¿qué hacer si no quieres entrar en el juego? La solución está en responder en positivo. “¡No repitas las acusaciones! En lugar de eso, usa tus propias palabras y valores para dar un nuevo marco a la conversación”, aconseja Lakoff en su libro Nopiensesenunelefan
te, sobre las estrategias actuales de propaganda.