COMPONENTES
Si pudieras coger este órgano en tus manos y mirarlo de frente, observarías que está dividido en dos mitades o hemisferios, separados por una fisura longitudinal y unidos por el cuerpo calloso. A su vez, cada hemisferio cerebral se fracciona en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
Aunque es posible que hayas escuchado que el hemisferio izquierdo está vinculado a los procesos lógicos y el derecho al ámbito creativo, se trata de un mito muy seductor que carece de base científica. En individuos sanos, ambos se coordinan para llevar a cabo conjuntamente las funciones del encéfalo. Y pese a que ciertas tareas aritméticas y algunas relacionadas con el lenguaje están bastante lateralizadas, en general no se puede decir que una capacidad cognitiva se circunscriba a una sola zona, ni mucho menos a una única mitad del encéfalo.
A nivel microscópico, podemos contemplar que este está formado por unos 86.000 millones de neuronas y aproximadamente diez veces más de células gliales. Las neuronas se ocupan de transmitir información, procesarla y ejecutar las funciones cerebrales. Se encuentran rodeadas por las mencionadas células de la glía, que les proporcionan soporte estructural y metabólico, las ayudan a crecer y les prestan apoyo en el intercambio de señales. Aquellas también fagocitan residuos y participan en la respuesta inflamatoria. En conjunto, forman un gran tándem.
El traspaso de información de una neurona a otra –lo que se conoce como sinapsis– se lleva a cabo mediante distintos neurotransmisores que, en esencia, funcionan como mensajeros químicos. Son extraordinariamente variopintos. La dopamina, por ejemplo, controla los movimientos y el placer; la adrenalina, por su parte, está relacionada con el aprendizaje y la atención; la serotonina, con la regulación del sueño y la actividad sexual; el GABA, con la relajación...
En este manual de instrucciones –y en cualquier otro documento de este tipo dedicado al cerebro– te toparás asimismo con la distinción entre materia gris y materia blanca. La primera se refiere al propio cuerpo celular de las neuronas, donde se procesa y almacena la información. En cuanto a la segunda, se trata de una especie de andamio formado por fibras nerviosas. Estas se comportan como una red de comunicaciones que apoya la función cerebral.