deja que el exoesqueleto se deslome por ti
El operario de arriba se ha puesto un Sarcos XO, un exoesqueleto que convierte en un superhumano a quien lo utilice, al menos en lo que se refiere a levantar y transportar pesos. Con él, cualquier endeble oficinista podría coger cargas de hasta 90 kilos, y llevarlas de aquí para allá caminando al ritmo de un paseo.
Sarcos, la empresa estadounidense que lo ha producido, lleva veinticinco años desarrollando robots y exoesqueletos para diversos sectores –aviación, automóviles, energía, logística, minería, defensa...–, y con el XO ha echado el resto: el equipo ha requerido una inversión de 155 millones de euros, pero parece que le saldrá a cuenta, porque ya ha firmado un contrato con el Mando de Operaciones Especiales
del Ejército de Estados Unidos, que ha encargado una remesa de estos exoesqueletos, de los que Sarcos afirma que reúnen “la fuerza de un montacargas con el tacto más suave”. NI UNA HERNIA MÁS. Los soldados estadounidenses y los empleados de las empresas que adquieran el XO cuando salga al mercado a principios del año que viene se librarán de muchas lesiones aparejadas al trabajo físico, que además de los daños personales acarrean un gran gasto económico.
Su manejo se basa en un conjunto de sensores integrados en el exoesqueleto, que captan los movimientos del usuario y los transmiten al equipo en milisegundos, de forma que el operario puede controlarlo intuitivamente y con poco adiestramiento previo.