SOLUCIÓN DE ERRORES
Debes comprender que un órgano tan sofisticado como el que nos ocupa en este manual no puede atinar siempre. A continuación te mostramos algunos de los fallos más habituales que presenta, acompañados de sugerencias para afrontarlos. No olvides que se trata de una muestra de los numerosos deslices que cometerá tu cerebro a lo largo de su vida. 1 PESIMISMO
En ocasiones, notarás que tu cerebro tiende a ver el vaso medio vacío y que le resulta imposible captar la cara amable de las cosas. Suele deberse a una sobreestimulación del núcleo caudado, lo que genera pesimismo y estados de ánimo bajos que, a su vez, nublan la toma de decisiones.
3 PEREZA
Si sientes que tu encéfalo se comporta de forma holgazana e intenta persuadirte de que te quedes en casa en vez de perder la tarde en el gimnasio, no te desesperes. Es una reacción natural, como ha mostrado un estudio de la Universidad de Columbia Británica (Canadá). Una de las prioridades de tu organismo es conservar la energía, y correr o levantar pesas implica todo lo contrario. La evolución ha reforzado esa disposición a apoltronarte.
Del mismo modo, el propio cerebro tiende a gandulear. Tal galbana mental hace que, por ejemplo, te conviertas en víctima de las fake news o noticias falsas. Tu órgano pensante filtra la información que recibes; hace énfasis en lo que concuerda con tus ideas e ignora lo que las contradice. Tal cosa se conoce como sesgo de confirmación y tiene un fundamento económico. A fin de cuentas, evita que te calientes la cabeza y gastes más energía de lo necesario. Pura economía.
2 CEGUERA ANTE EL CAMBIO
No te alarmes si, por ejemplo, estás viendo una película y no te das cuenta de que esta contiene un error embarazoso –por ejemplo, que un actor pase de conducir un coche azul a uno morado en dos escenas seguidas porque a alguien de la productora se le ha pasado por alto el detalle–. Es una muestra de que tu cerebro experimenta lo que se conoce como ceguera al cambio. Lo que ocurre es que este no percibe ciertas alteraciones en detalles del campo visual. Sucede por pura economía: no puedes estar pendiente de todo.
4 AUTOSABOTAJE
¿Has fallado un sencillo lanzamiento a canasta cuando toda la cancha estaba pendiente del mismo? ¿Te has caído al hacer una fácil pirueta, mil veces practicada antes, durante una competición de patinaje? Tales fenómenos tienen una explicación neurocientífica. Michiko Yoshie, de la Universidad de Sussex (Reino Unido), demostró que en esos momentos se suele desactivar la corteza parietal inferior, una región responsable de nuestras funciones motoras finas. Ello hace que tus movimientos se vuelvan menos sutiles y precisos. Entonces, ¿estamos condenados a meter la pata? No. Gracias a ciertas técnicas de estimulación transcraneal y entrenamiento neuronal es posible evitar que esas células nerviosas se apaguen momentáneamente, intimidadas por el público, cuando más necesarias resultan.