OCEANIX CITY: UTOPÍA FLOTANTE A SALVO DE MEGATORMENTAS
Parece un lujoso resort en las Maldivas, pero es uno de los muchos proyectos que intentan responder a un reto acuciante: cómo sobreponerse a las consecuencias del cambio climático. De construirse, Oceanix City será una comunidad flotante sostenible para 10.000 personas, por la que no rodará –ni navegará– vehículo de combustión alguno. Además de contar con edificios y estructuras construidos con materiales como el bambú, su diseño le permitirá sobrevivir a megatormentas, en palabras de sus impulsores. Y si las cosas se ponen feas, la ciudadisla –modular y que podrá crecer tanto como se desee o sea posible– podrá remolcarse a lugar seguro. En un futuro, el océano podría albergar centenares o miles de estas poblaciones ecológicas, ideadas para flotar ancladas al fondo a pocos kilómetros de la costa.
CON EL APOYO DE LA ONU. El proyecto es una iniciativa de la empresa de diseño Oceanix, que ha colaborado con otras compañías y firmas de arquitectura, y cuenta con el aval del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Onu-hábitat), que promueve asentamientos eficientes y dotados de todos los servicios básicos, como agua, energía y saneamiento. Y eso empieza por imaginarlos, por improbables que parezcan. El proyecto responde a un problema concreto: la subida del nivel del mar ligada al calentamiento global. Dos de cada cinco personas viven en zonas costeras vulnerables, y hay que buscar alternativas antes de que sea tarde. Ninguno de los edificios de Oceanix City superará las siete alturas, para que el conjunto posea un centro de gravedad bajo y soporte los vientos muy fuertes. Habrá huertos y granjas para el autoabastecimiento de la población, y la energía será solar.