FCC: EL GIGANTESCO SUCESOR DEL LHC
El gran colisionador de hadrones (LHC) en el que se buscan los secretos de la materia es un anillo de casi 27 kilómetros de longitud situado en la frontera franco-suiza. En su interior, imanes superconductores y otros componentes transmiten energía a las partículas para acelerarlas y que choquen entre ellas. Cuando se producen las colisiones, entran en acción los detectores desplegados a lo largo de la instalación, con el objetivo de descubrir alguna partícula o interacción nuevas.
Pero el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) quiere más y planea construir un nuevo acelerador de partículas, vecino del actual. Su nombre: Futuro Colisionador Circular (FCC). Este túnel tendría 100 kilómetros de recorrido y alcanzaría
energías de 100 teraelectroenvoltios, frente a los 14 del LHC. Generaría colisiones de partículas que permitirían mediciones más precisas de estas y descubrir fenómenos físicos. De construirse, entraría en servicio en la década de 2040. El problema es su coste: 9.000 millones de euros.
Al margen de este proyecto, ya están en marcha las obras de mejora del LHC. El remozado acelerador recibirá el nombre de LHC de alta luminosidad o Hilumi LHC. Estará operativo en 2026 e incrementará entre cinco y siete veces su luminosidad, es decir, la frecuencia de los choques entre protones, que ahora es de mil millones por segundo. Los físicos se frotan las manos ante los nuevos fenómenos que les permitirá observar.