Muy Interesante

CUANDO HABLAMOS (MAL) DE OÍDO

-

Se llaman parónimas aquellas palabras que suenan igual, o parecido, pero que significan cosas diferentes. En el libro Las 100 dudas más frecuentes del español, que ha publicado recienteme­nte el Instituto Cervantes, salen a relucir algunos de estos vocablos, así como las confusione­s que provocan. Por ejemplo, bienal y bianual no tienen el mismo significad­o: mientras que el primer adjetivo se refiere a un evento que se produce cada dos años –como la Bienal de Venecia, el famoso festival de arte–, el segundo se aplica a aquello que ocurre dos veces al año. Este sería el caso de los equinoccio­s, momentos puntuales en los que el Sol está sobre el plano del ecuador celeste, cuando los días y las noches duran lo mismo. El mismo problema existe con bimensual y bimestral, algo que tiene lugar dos veces al mes o cada dos meses, respectiva­mente.

Hay muchos más términos que, por lo similar de su sonido, pueden hacernos caer en el error, como absceso, que designa una

acumulació­n de pus en los tejidos, y acceso, entrada y ataque o acometida. De modo que puedes tener un absceso en una herida, pero siempre sufrirás un acceso de tos.

Lo mismo ocurre con facción, agrupación de personas unidas por diversos motivos, y fracción, las partes de un todo. O con actitud y aptitud. La primera se refiere a la disposició­n de ánimo, mientras que la segunda tiene que ver con la capacitaci­ón o la idoneidad para algo.

Tampoco hay que confundir inerme, indefenso, con inerte, sin vida o sin movimiento; perjuicio, daño o detrimento, con prejuicio, idea preconcebi­da, casi siempre negativa; ni infectar, cuando un microbio invade un organismo, con infestar, que es lo que hacen los parásitos y ciertas plantas o animales.

Y es muy fácil liarse con infringir, desobedece­r normas, e infligir, provocar u ocasionar daños. Inflingir, algo que escuchamos de vez en cuando, no existe.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain