EL GLOBO IGNÍFUGO
LE ACERCAMOS UNA VELA ENCENDIDA Y NO EXPLOTA. ¿CÓMO ES POSIBLE? PORQUE HAY AGUA EN SU INTERIOR. MARAVILLAS DE LA CONDUCTIVIDAD TÉRMICA.
Se acerca el verano y los termómetros se dispararán. Bañarse en playas, ríos o piscinas mitiga los calores. Eso tiene lógica cuando el agua posee una temperatura más fría que la del exterior; pero a finales de la estación, el líquido suele encontrarse en muchos lugares hasta dos o tres grados centígrados por encima de la temperatura ambiental. ¿Por qué? Por la conductividad térmica de los materiales, una propiedad física conocida tanto por los científicos como los profanos, ya que la experimentamos en nuestra vida cotidiana. Este parámetro mide la capacidad de las sustancias para transferir el calor a las moléculas con las que entran en contacto.
El coeficiente de conductividad térmica se mide en vatios divididos entre metros multiplicados por Kelvin (una unidad de temperatura). Es decir: W/(M·K). En general, los metales son excelentes conductores. Por ejemplo, el cobre tiene hasta 370 W/(K·M); aislantes como la madera, el corcho o los ladrillos poseen una conductividad
térmica muy baja: no pasan de 1 W/(K·M). Volviendo al ejemplo con el que empezamos: la conductividad térmica del aire es de 0,02 W/(K·M); la del agua, de 0,58 W/(K·M). Por eso, al darnos un chapuzón, el calor de nuestro cuerpo fluye hacia el agua de golpe y sentimos frío; en cambio, en la orilla de la playa o la piscina sudamos, porque al organismo le cuesta transferir el calor hacia el aire.
FUEGO, AGUA Y GOMA
Tras semanas consecutivas de altas temperaturas, el agua ha ido absorbiendo mucho calor ambiental, y su temperatura puede rebasar la externa, fenómeno que explica nuestro experimento. El globo inflado explota enseguida si le acercamos la llama de una vela, ya que el calor quema el látex. Pero si aproximamos el fuego a la parte del globo que contiene agua, no pasa nada: como en una playa veraniega, el líquido absorbe el calor y evita el calentón y el estallido.
Conocer y explotar la conductividad térmica ha mejorado nuestras vidas: resulta clave para ahorrar energía en la construcción de una casa, o para no quemarnos al tocar los utensilios de cocina.