NO TAN LISTOS COMO SE CREEN
Divulgador especializado en psicología y neurociencia, David Robson desvela en La trampa de la inteligencia que, sorprendentemente, las mentes más brillantes son propensas también a cometer estupideces con mayor frecuencia de lo esperable. Porque, como ilustran numerosos ejemplos a lo largo del libro, la superioridad intelectual mal gestionada a menudo aboca al pensamiento sesgado y al dogmatismo.