Los seis límites de la IA
Para Oliver, los sistemas actuales de inteligencia artificial tienen un enorme potencial, pero también plantean problemas, que resume en los siguientes conceptos. “En primer lugar, está el asunto de la violación de la privacidad. A partir de datos que pueden parecer inocuos, como tus
me gusta a unas fotos o la intensidad de uso de la red 3G, se pueden inferir rasgos de tu personalidad, nivel educativo, orientación sexual o intereses políticos. El segundo tema preocupante es la opacidad, o sea, que no sepamos exactamente cómo funcionan nuestros aparatos, qué datos captan y para qué. En tercer lugar, tenemos que evitar los sesgos: los algoritmos no son perfectos y también pueden discriminar. El cuarto límite es la asimetría, exacerbada por el desarrollo tecnológico: con respecto a la distribución de la riqueza, a la obtención de datos y la capacidad para hacer algo útil con dicha información. En quinto lugar, demos tener en cuenta la ética: hay muchas cosas legales que no son éticas, sobre todo en el contexto tecnológico, muy poco regulado. Y, finalmente, está en juego la veracidad. Porque por primera vez en la historia, y gracias a la IA, se puede generar contenido –fotos, vídeos, textos…– totalmente indistinguible del que genera un humano o de algo que se corresponde con una realidad”. Para realizar el potencial positivo que tiene la inteligencia artificial, recuerda Oliver, es fundamental abordar estas seis limitaciones.