BOSQUES MÁGICOS
“muchos tenemos un recuerdo especial relacionado con los árboles: treparlos cuando éramos pequeños o disfrutar de su sombra en un día soleado. Pero no los hemos valorado lo suficiente, y hemos talado casi la mitad de los árboles del planeta”, dice el divulgador científico sir David Attenborough en uno de los capítulos de la serie Nuestro
planeta (Netflix). Los bosques son ecosistemas que brindan innumerables beneficios a la vida en la Tierra, incluida por supuesto la humana, pues albergan más de tres cuartas partes de la biodiversidad terrestre, suministran aire y agua limpios, ofrecen materias primas –alimentos, medicinas, combustible– y tienen una capacidad sobresaliente para secuestrar el CO2 y otros gases de efecto invernadero, lo que hace que jueguen un destacado papel como atenuadores del cambio climático. Quizá por ese poder natural, los bosques han jugado un papel destacado en todas las civilizaciones como fuente de leyendas e historias fascinantes, reales o míticas. Lugares sagrados, mágicos y tremebundos, con sus sombras y seres que los pueblan: hadas, orcos, troles, seres de luz y las tinieblas, elfos, mantícoras, napeas... Y hongos. Porque de mágica puede calificarse la relación que existe entre los árboles del bosque y estos organismos que pertenecen a un reino distinto al de las plantas, animales y protistas. Como cuenta Laura G. de Rivera en el reportaje La vida secreta de
los árboles, unos y otros están conectados de una forma tan íntima que forman casi un organismo en sí.