NEUMÁTICOS A ELEGIR
CoN UNa SiNCRoNiZaCióN pERfECta LoS faBRiCaNtES DE NEUMátiCoS
en estas fechas dedican todos sus esfuerzos a convencernos de que usemos los especiales de invierno. ¿Es cierto que con la llegada de la estación fría debemos montar este tipo de ruedas? La respuesta es sí y no. Primero hay que anteponer a la elección nuestras necesidades reales y sobre todo las opciones posibles. En la conducción, lo más peligroso es no estar preparado para lo previsible y también para los imprevistos.
La diferencia entre los neumáticos de verano –que son los que calzan la gran mayoría de coches–, mixtos o de invierno se resume en su capacidad de mantener la dureza y el agarre necesarios para seguir pegados al asfalto con temperaturas bajo cero. En caso de carreteras heladas solo podremos utilizar como sustituto efectivo y legal de las tradicionales cadenas los neumáticos que posean en el lateral un dibujo de una montaña de tres picos culminada con un copo de nieve. En todo caso, si la posibilidad de verse en una situación de peligro por nieve, lluvia o bajas temperaturas es muy puntual, lo mejor es llevar las ruedas de verano, acompañadas en el maletero por las tradicionales cadenas.
Si vives en una ciudad castigada por la lluvia y el frío en determinadas épocas del año con la aparición de nieve de forma excepcional, el mixto es la elección. Pero si en tu región hay nevadas frecuentes o tus hábitos de tiempo libre te llevan a menudo por rutas de nieve y hielo, no dudes en usar los de invierno. Los concesionarios suelen ofrecer el cambio y almacenamiento de los neumáticos que no vayas a utilizar durante un tiempo. En todo caso, no vale de nada un neumático especial si no está en condiciones óptimas. Hay que vigilar la presión y la profundidad de la rodadura para poder conducir en situaciones límites.