“LOS DIÉSEL TIENEN UNA MALA FAMA QUE NO ES JUSTA”
JOSÉ MIGUEL APARICIO (MADRID, 1973) LIDERA LA FIRMA DE LOS CUATRO AROS EN NUESTRO PAÍS. NOS HABLA DE LOS RETOS DE LA MOVILIDAD ELÉCTRICA, EL COCHE AUTÓNOMO, LA GESTIÓN DEL TRÁFICO URBANO... Y DE CAMBIAR RUEDAS.
La carrera de José Miguel Aparicio es sólida como un coche de gama alta: ingeniero industrial, máster en Ingeniería de Automoción por el INSIA y máster en Dirección y Administración de Empresas por el IESE, acumula una amplia trayectoria en la industria del automóvil: desde el 1 de enero de 2018 lleva las riendas de Audi España. En los siete años anteriores ya había estado vinculado al Grupo Volkswagen: entre 2010 y 2015 fue director de Ventas de SEAT España, y de 2015 hasta su desembarco en Audi ocupó el puesto de director general de ŠKODA España. Antes de 2010 había ejercido distintos puestos de responsabilidad en Ford. Con semejante hoja de servicios, puede hablar con autoridad de los desafíos que afronta su sector.
Para empezar, una pregunta personal: ¿cuál fue su primer coche? ¿Y cuál conduce hoy?
Un SEAT Panda Sprint, imbatible arrancando en primera, muy juvenil. Le guardo mucho cariño. El actual es un Audi Q8, una maravilla de diseño, conectividad y tecnología.
¿Sabe cambiar una rueda?
Por supuesto, y me ha tocado cambiar unas cuantas. Hoy en día ya no resulta tan necesario. Una de las consecuencias del avance tecnológico y de los servicios a nuestros clientes es que ya no hace falta abrir el capó ni tocar el motor. Eso es excelente para la mayoría de las personas, aunque habrá algunos nostálgicos que lo echen de menos.
En los últimos tiempos, los diésel se han convertido en los malos de la película. ¿Es justa su pésima fama? Convénzanos de que tiene sentido comprarse uno.
El diésel es la mejor solución para la mayoría de los clientes que compran en 2019. Especialmente si hablamos de vehículos de segmentos altos: tienen del orden de un 15 % menos de emisiones y consumos de combustible que los motores de gasolina, y niveles muy similares de emisiones de NOx [óxidos de nitrógeno]. Los fabricantes hemos invertido mucho en convertir los diésel en diésel limpios. Francamente, su fama no es justa.
¿Veremos al coche eléctrico acabar con el de combustión? ¿Son realistas los planes para que no haya vehículos de diésel, gasolina o gas de aquí a dos o tres décadas?
El eléctrico llega ya. En 2020 asistiremos a un importante incremento de ventas de estos coches en Europa. La velocidad de su desarrollo tendrá mucho que ver con dos factores: el lanzamiento de incentivos a los clientes por parte de las autoridades, y la mejora de la infraestructura de recarga en cada país.
¿Qué hace falta para que despeguen por fin las ventas de coches eléctricos en nuestro país?
España está especialmente infradesarrollada en la infraestructura de recarga. Prácticamente no existe recarga rápida, y la recarga
pública sigue siendo muy exigua. Sin embargo, estamos muy avanzados en la creación de condiciones favorables a la recarga doméstica.
Da la sensación de que las marcas van un poco a remolque de este cambio de escenario hacia vehículos más limpios. ¿Les está perjudicando la incertidumbre legislativa? ¿Cómo lo afronta Audi?
Las marcas no solo no van a remolque, sino que están ofreciendo las alternativas reales para que el cambio se pueda producir. En Audi disponemos del abanico más amplio de soluciones: BEV, PHEV, Mild Hybrids, GNC, diésel y gasolina limpios... Otra cosa distinta es que desde las marcas pedimos que se realice una transición socialmente responsable para el empleo, los consumidores y nuestro tejido industrial.
¿Qué características debe reunir un líder en una empresa moderna?
Ante todo, ha de destacar en el desarrollo de las personas a partir de las competencias necesarias en las organizaciones del futuro: pensamiento digital, cooperación, cocreación, liderazgo transformacional... Y por supuesto, tiene que ser un role model en aspectos como la integridad, la capacidad de trabajo y la persuasión.
¿Por qué encontramos pocas mujeres influyentes en la automoción?
Hay cada vez más. En la plantilla de Audi tenemos un 52% de personal femenino, y en Management es el 38%. En la Junta Directiva de nuestros concesionarios hay mayoría de mujeres. Sin embargo, todavía son una rara avis. Acaba de empezar en su función nuestra vicepresidenta mundial de Ventas y Marketing, Hildegard Wortmann. Es un auténtico hito en la historia de nuestra compañía.
¿Es usted tecnófilo? ¿Cuáles son sus dispositivos favoritos?
Me interesa mucho la tecnología, es el motor fundamental del cambio en todos los sectores. Mi dispositivo favorito es mi Audi Q8.
¿Cómo solucionaría el problema del tráfico en las grandes ciudades?
Hay que abordarlo desde un punto de vista integral. Un aspecto fundamental es lo relacionado con las soluciones de movilidad. Madrid es un ejemplo europeo en el desarrollo de soluciones de car sharing de patinetes, motos y turismos. La verdadera revolución llegará de la mano del coche autónomo. En Audi hemos desarrollado un proyecto muy avanzado de simulación de tráfico en nuestra ciudad natal, Ingolstadt (Alemania), bajo el impacto de un alto parque de vehículos Audi autónomos.
Los occidentales tenemos cada vez más móviles chinos. ¿Por qué no ocurre lo mismo con sus coches? ¿O va a pasar pronto?
Los europeos tenemos que tomar conciencia de que la industria del automóvil es una de las pocas industrias intensivas en tecnología en la que marcamos el paso en el mundo. Hemos de ser muy inteligentes, y compatibilizar las necesidades de sostenibilidad y movilidad con la protección de nuestro tejido industrial y nuestro liderazgo en innovación.
¿Qué efecto tendrá el 5G en los coches y los conductores?
El 5G va a ser una revolución en la experiencia a bordo: mejorará la conectividad, y posibilitará la comunicación del coche autónomo con la vía, la ciudad y otros vehículos.
¿Serán un día todos los coches autónomos, o nos están vendiendo una fantasía? ¿Qué planes tiene Audi en ese sentido?
Audi lleva probando coches autónomos en Estados Unidos y en Alemania desde 2010. Estamos muy avanzados y colaboramos con autoridades, proveedores y empresas tecnológicas para crear un ecosistema operativo. Aun así, nos quedan años para ver circular coches autónomos de nivel 5 [la automatización total].
¿Cómo afectará el coche compartido o car sharing a la industria del automóvil? ¿Puede bajar las ventas?
Hasta la fecha no ha impactado en las matriculaciones de turismos, porque no cubre todas las necesidades de los consumidores. Ya veremos lo que sucede en el futuro. Lo que sí es un hecho es que las implantaciones actuales de car sharing son tremendamente deficitarias.
¿Qué aporta España a la industria automovilística?
España es el noveno productor mundial de automóviles y el segundo europeo. El automóvil supone el 10 % de nuestro PIB. Genera mucho empleo, y de calidad. Además, hay numerosos directivos españoles en las más altas esferas de decisión de los cuarteles generales de los fabricantes. Hemos de seguir siendo muy influyentes.
“EL AUTOMÓVIL SUPONE EL 10 % DEL PIB DE ESPAÑA Y GENERA EMPLEO DE CALIDAD”