CIENTÍFICA A AMÉRICA
FELIPE II ENCARGÓ A FRANCISCO HERNÁNDEZ DE TOLEDO UN ESTUDIO DE LA FLORA DEL NUEVO MUNDO Y SU POSIBLE USO MEDICINAL. SU OBRA, QUE AMPLIÓ A MUCHOS OTROS CAMPOS, SE CONVERTIRÍA ASÍ EN EL PRIMER TRABAJO CIENTÍFICO DETALLADO LLEVADO A CABO EN AMÉRICA.
l descubrimiento científico del Nuevo Mundo se inició de la mano de la medicina. Nicolás Monardes fue el primero que informó sobre los remedios usados por los indígenas en una obra de 1565 que trataba “sobre todas las cosas que traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven al uso de la medicina”. Monardes cultivó en su huerto sevillano plantas americanas y experimentó con ellas para tratar de evaluar su poder curativo. Pero su interés trascendió ese asunto y también estudió especies comestibles, como el pimiento, la piña, la guayaba, el girasol, el cacahuete, la mandioca y el maíz. Su obra tuvo gran repercusión, y en un siglo se publicaron cuarenta y dos ediciones en seis idiomas. No obstante, aún sería mayor la de otro médico que también ejerció en Sevilla: Francisco Hernández de Toledo.
EEl maíz y otras especies vegetales desconocidas aprovechadas por los mexicas –como se ve en el mural de 1945 La gran ciudad de Tenochtitlán, de Diego Rivera– despertaron el interés de los botánicos españoles.
El 11 de enero de 1570, Felipe II firmó su nombramiento –por entonces era uno de sus médicos de cámara– como protomédico general de todas las Indias. El rey le encomendó que embarcase hacia Nueva España (México) y preguntase a los sanadores nativos “sobre todas las yerbas, árboles y plantas medicinales que hubiese en la provincia donde os halláredes”. Asimismo, le daba instrucciones concretas para contrastar con la experiencia la validez de aquellos métodos, informar sobre el cultivo de las plantas y, en su caso, enviar a España ejemplares desconocidos.
Siete meses tardó Hernández en preparar la expedición, en la que iban un cosmógrafo, médicos, herbolarios y dibujantes. Partieron de Sevilla a finales de agosto de 1570 y llegaron a Veracruz seis meses después. Por primera vez, una misión a América no era de carácter bélico, diplomático o religioso, sino únicamente científico. El protomédico estableció su base en la ciudad de México y completó su equipo con especialistas y trabajadores locales.