OBJETIVOS REALISTAS
La técnica de degradación dirigida de proteínas está basada en un proceso propio de las células descubierto por Aaron Ciechanover, Avram Hershko e Irwin Rose. El hallazgo se consideró de tal magnitud que valió a los tres investigadores el Premio Nobel de Química en 2004.
Ahora, el proyecto de Cristina Mayor-Ruiz tiene como objetivo desarrollar nuevos degradadores que permitan eliminar proteínas a las que hasta este momento no se puede llegar con el uso de fármacos inhibidores. La investigadora es realista en cuanto a plazos. “Este mes de enero empezamos a trabajar en el Instituto de Investigación Biomédica IRB Barcelona. La ayuda ofrece financiación para dos años, y en este periodo prevemos poder dar los pasos iniciales”, detalla Mayor-Ruiz. “Hay un proceso bastante largo desde que descubres moléculas hasta que se transforman en fármacos reales, pero con esta ayuda esperamos dar los primeros pasos para poder desarrollar tratamientos efectivos contra el cáncer de páncreas”, concluye la experta.