Las rutinas de almohada en el reino de la fauna
El sueño no es exclusivo de los humanos. Se trata de una actividad fundamental en toda la vida animal, pero difiere mucho entre unas especies y otras. Si hablamos de mamíferos, los elefantes duermen solo de tres a cuatro horas, una cifra que dista mucho de las dieciocho de los armadillos. Diferentes investigaciones han demostrado la influencia de elementos externos en los hábitos de sueño. Por ejemplo, tanto humanos como moscas dormimos más después de una comida. En estos insectos, cuando los machos se exponen ante las hembras, dejan de tener sueño, algo que podría considerarse un rasgo relacionado con la atracción y que es común también en los humanos. Otro factor que influye en el sueño de los denominados peces cavernarios es el hambre: cuánto más apetito tienen, más ganas de dormir, algo que también se ha observado en las aves, lo que podría ayudarlos a ahorrar energía en periodos de alimentación limitada. Abajo vemos algunos ejemplos.