Presuntas apariciones
Lo cierto es que sí ha habido algunas detecciones misteriosas atribuibles a monopolos. Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Stanford bajo la dirección de Blas Cabrera –nieto de Blas Cabrera y Felipe, considerado el padre de la física española– midieron en 1982 una corriente eléctrica en una bobina superconductora con las características de haber sido provocada por el paso de un monopolo. Tres años después, el 11 de agosto de 1985, un grupo del Imperial College de Londres obtuvo lo mismo: la corriente coincidía perfectamente con las predicciones teóricas de lo que haría uno de esos entes. A día de hoy no se ha sabido explicar convenientemente lo que sucedió. Hay quienes piensan que fueron errores del equipo o simplemente ruido de fondo, pero como argumenta James Pinfold, “es muy difícil que haya un problema que imite exactamente la señal de un monopolo”.