Un gran registro de datos para entender el cáncer de próstata
EL PROYECTO IRONMAN PRETENDE REUNIR LA MAYOR CANTIDAD POSIBLE DE INFORMACIÓN CLÍNICA Y MOLECULAR SOBRE ESTE TIPO DE TUMORES, INCLUYENDO LA PERSPECTIVA DE LOS PACIENTES.
Nueve centros de referencia en investigación oncológica de Cataluña, Madrid, Valencia, Andalucía y Asturias participan en el proyecto IRONMAN, cuyo objetivo es crear una base de datos clínicos y moleculares a nivel mundial de pacientes con cáncer de próstata avanzado. La financiación proviene de las fundaciones Movember, especializada en salud masculina, y Fero, entidad privada dedicada a la investigación oncológica.
Joaquín Mateo, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), y David Olmos, jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), lideran el proyecto en España. En palabras de Mateo, se pretende “crear una gran base de datos no solo clínicos, sino también con muestras biológicas de pacientes”. Y añade que el objetivo es “avanzar en el conocimiento de la enfermedad. Así será posible dividirla en más subtipos para dar el mejor tratamiento a cada paciente”.
Olmos precisa que los participantes en el estudio están en una etapa avanzada de la enfermedad, “bien porque se diagnostican con enfermedad metastásica, bien porque han recaído en una fase que se denomina letal, cuando el tumor se vuelve resistente a la deprivación androgénica [procedimiento para bloquear o desactivar la producción de hormonas masculinas], lo que se llama castración”.
“El tratamiento ha cambiado mucho en los últimos años, y nuestro estudio también quiere recoger cómo están beneficiado esas terapias”, indica Olmos. Además, explica que “se da mucho énfasis a la experiencia personal de los pacientes, más allá de recoger diversas muestras del tumor y de sangre”. Los dos investigadores añaden que dentro del proyecto se realizan otros análisis a menor escala, como los relacionados con el uso de técnicas de imagen –por ejemplo, resonancias magnéticas– que proporcionen más pistas sobre la manera en que están impactando los fármacos en cada paciente.
HASTA EL MOMENTO, 1371 PERSONAS DE TODO EL MUNDO han accedido a participar en el proyecto, y se espera que hasta 2022 se consiga reclutar a cinco mil pacientes de catorce países para completar la base de datos. “Es una coordinación compleja porque implica a muchos hospitales. En España, desde el CNIO (Madrid) y el Hospital
Vall d’Hebron (Barcelona) coordinamos la recogida de muestras de toda España para luego compartirlas con la base mundial”, explica Mateo. Respecto a la recopilación de datos, Olmos indica cómo las dos instituciones citadas se están repartiendo el trabajo: “Prestan su apoyo y supervisan que la entrada de la información sea correcta. Luego, los datos se verifican tanto a nivel local como internacional”.
“Hasta hace unos años, había pocas opciones de tratamiento para los pacientes en estado avanzado. Ahora que empezamos a entender mejor la enfermedad es más valioso tener acceso a esta información”, concreta Mateo. Por último, Olmos resalta que “en cáncer de próstata no ha habido tanta experiencia de registros de datos prospectivos [con un seguimiento a lo largo del tiempo]. Aunque en España se han hecho estudios similares con ciertas especificidades, no hay ningún registro tan ambicioso, implementado a nivel nacional e internacional”.