Entrevista a Dolors Montserrat
DOLORS MONTSERRAT, PORTAVOZ DEL PP EN EL PARLAMENTO EUROPEO Y EXMINISTRA DE SANIDAD
El pasado mes de marzo, toda Europa –y buena parte del mundo– se paralizaba por una pandemia que ha puesto patas arriba los sistemas sanitarios. Ahora, diez meses después, Dolors Montserrat, portavoz del PP en el Parlamento Europeo y exministra de Sanidad, hace balance de la gestión frente a la covid–19 y analiza el nuevo papel de Europa en materia de salud.
Recién inaugurado este 2021, ¿cómo valora la respuesta de la Unión Europea a la crisis sanitaria en 2020?
Europa es una historia de éxito, como nos ha demostrado y enseñado esta pandemia. Lo vemos con las vacunas. Imaginémonos que no hubiera existido la Unión Europea o que España estuviera fuera de ella: no tendríamos acceso a esos fármacos.
Desde luego, Europa ha hecho los deberes. Se organizaron compras conjuntas de material de protección para todos los Estados miembros; fue creado un equipo de reconocidos expertos para guiar la toma decisiones a nivel europeo; se han financiado cien equipos de investigación con el fin de encontrar tratamientos para la covid-19; se han puesto en marcha acuerdos de compra adelantada de vacunas, impulsando un desarrollo rápido y seguro, etcétera.
Precisamente, la vacuna no solo representa uno de los éxitos de esta pandemia, sino también de la historia de la Unión Europea. La Agencia Europea del Medicamento ha flexibilizado sus procesos de aprobación para ser más rápidos y eficientes, pero, sobre todo, sin renunciar jamás a la seguridad. Además, hemos reforzado el mecanismo de protección civil –el rescEU– para hacer frente a emergencias sanitarias con recursos y equipos médicos especializados. ¿Y se puede hacer el mismo balance en España?
Nuestro Gobierno ha llegado tarde y mal, tanto en la primera ola como en la segunda. Esperemos que haga el trabajo que tiene que hacer con la vacunación. Como decía, ha llegado tarde y mal en tres de los objetivos prioritarios marcados tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la propia UE: acopio de material, test masivos y rastreo y seguimiento, recopilación y gestión de los datos de forma eficiente y transparente. En los tres puntos ha fallado por completo. Nos faltó material en la primera ola, y en la segunda el propio ministro de Sanidad Salvador Illa dijo en septiembre que daría 2500 millones de euros a las comunidades autónomas para subsanarlo. A día de hoy, todavía no ha llegado.
También han fallado los test masivos: tanto en la primera ola como en la segunda [la entrevista se realizó antes del inicio de la tercera], las comunidades se tuvieron que buscar la vida para obtener el material con el que realizar esas pruebas. Y en lo referente a la recopilación de datos, el Instituto Nacional de Estadística apunta a una cifra de fallecidos que el Gobierno no reconoce. Por lo tanto, no ha habido transparencia en la información. Lo que pedimos al Gobierno de España es que se coordine con la Unión Europea.
El pasado 27 de diciembre se puso en marcha la estrategia de vacunación. Se trata de una actuación histórica que implica grandes retos.
En este ámbito, el Sistema Nacional de Salud de España funciona adecuadamente. También tenemos una cobertura de la gripe estacional muy elevada, con diez millones de vacunaciones anuales. Por lo tanto, capacitados estamos. No obstante, la inmunización contra la covid-19 es un asunto diferente: va a suponer unos 80 millones de administraciones, porque requiere dos dosis. Las claves son la logística, la trazabilidad y la conservación en frío. Hemos oído decir al Gobierno de España que no nos preocupemos, que hay 13000 puntos de vacunación en la Atención Primaria (AP), pero esta ya está saturada. Por tanto, la pregunta es cuánto se va a tardar en reforzar la AP para que no se colapse y la vacunación sea conforme al resto de la UE. Hacía meses que sabíamos que probablemente a final de año dispondríamos de vacunas, por lo que el Gobierno de España ya debería tener preparado todo.
Lo que está claro es que Europa ha dicho que debemos ir al mismo ritmo. También es muy importante monitorear desde cerca, compartir los datos a nivel europeo… Asimismo, es necesario promover campañas sobre la seguridad de la vacuna. En definitiva, asegurar la vacunación universal.
Precisamente, uno de los retos más apremiantes es la comunicación, que la sociedad se conciencie sobre la seguridad y eficacia de las vacunas...
Hay que enviar un mensaje claro en estos momentos: no hay nada
más seguro que la vacuna. Resulta imprescindible dar esa tranquilidad a todos los españoles para que, de forma voluntaria, se inmunicen. Las vacunas que aprueban tanto la Agencia Europea del Medicamento como las agencias nacionales son de alta calidad y muy eficientes.
Actualmente estáis trabajando en la Estrategia Farmacéutica Europea. Una de las metas es crear una Unión Europea para la Salud, ¿no?
Lo primero que nos ha enseñado la pandemia a las instituciones, y lo hemos tenido claro desde el Partido Popular Europeo y desde las otras fuerzas políticas, es que debemos avanzar hacia la convergencia de la salud. Y uno de los grandes pilares para construir esta nueva Europa de la Salud es la Estrategia Farmacéutica Europea. Su principal objetivo radica en que seamos capaces de afrontar cualquier pandemia o amenaza sanitaria en el presente y en el futuro. También busca poner al paciente en el centro de todas las decisiones, así como dar soluciones a las necesidades médicas no atendidas.
Y facilitar que todos los pacientes puedan disponer de una asistencia sanitaria de calidad... Un punto importante para nosotros es asegurar el acceso a los medicamentos para todos, sin distinciones. Por ejemplo, hay diferencias de entre un 8% y un 90% a dicho acceso en pacientes europeos de cáncer. Y las disparidades también afectan a los tiempos: se tarda entre noventa y mil días en disponer de un tratamiento ya aprobado y en comercialización.
No menos importante es fortalecer la competitividad de la industria europea. Después de esta pandemia hemos visto que no podemos ser tan dependientes de países ajenos a la UE para atender, por ejemplo, una emergencia sanitaria como la que estamos sufriendo. La Estrategia Farmacéutica Europea pretende fortalecer esa competitividad y la autonomía de la industria. Asimismo persigue que Europa sea líder mundial en investigación sanitaria y en el cuidado de la salud. El estado de bienestar y la salud constituyen uno de los grandes ejes de la UE.
“HAY QUE ASEGURAR EL ACCESO A LOS MEDICAMENTOS PARA TODOS”