UNA ESTACIÓN DE LIMPIEZA PARA SALVAR LOS OCEÁNOS
uestra especie tiene un significativo impacto en los mares, algo que puede observarse incluso en las áreas más alejadas de la costa. En algunas zonas, los residuos derivados de los vertidos y las actividades agrícolas e industriales acaban formando auténticas islas de basura. Una de las más grandes se encuentra en el Pacífico, entre California y Hawái, donde, según un estudio impulsado por la fundación The Ocean Cleanup –una
NEl proyecto Octavo Continente, galardonado en la pasada edición del Concurso Internacional de Arquitectura sobre el Mar y el Espacio que organiza la fundación Jacques Rougerie, consiste en una gran estación marina equipada con barreras flotantes que llevan los residuos que contaminan el océano hasta un colector central, donde se procesan y clasifican. En torno a él, se disponen distintas instalaciones, desde invernaderos hasta laboratorios. organización con sede en los Países Bajos–, se acumulan unas 80000 toneladas de desperdicios –sobre todo, plásticos–, a lo largo de 1,6 millones de km2. ¿Cómo podríamos librarnos de algo así?
BIOLIMPIEZA. La arquitecta y diseñadora eslovaca Lenka Petráková propone situar en los enclaves más afectados grandes instalaciones flotantes, medioambientalmente limpias y autosuficientes desde un punto de vista energético –aprovecharían,
entre otras, la energía maremotiz–, capaces de eliminar los desechos y devolver el equilibrio a los ecosistemas.
Para ello, captarían con unas grandes barreras los residuos, que serían conducidos hasta un colector para ser clasificados, procesados mediante sistemas de biodegradado y almacenados. A su alrededor, se situaría un centro de investigación e interpretación, invernaderos, una planta desalinizadora y los alojamientos de la tripulación.
Abajo: Corales de los Jardines de la Reina (Cuba), lugar de la investigación. Izquierda: Los científicos recogieron fragmentos de coral y los incubaron en cámaras cerradas para medir las tasas de actividad microbiana.