STOP MICROPLÁSTICOS: ASÍ SE ELIMINAN ANTES DE QUE LLEGUEN AL MAR
SE ESTIMA QUE EN EL OCÉANO HAY YA
entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de microplásticos, fragmentos de menos de 5 milímetros de longitud que a menudo acaban en el estómago de los animales marinos y son terriblemente perjudiciales –incluso letales– para ellos. Solucionar este problema exigiría un cambio global de nuestro estilo de vida, que parece poco probable o que, en el mejor de los casos, será muy lento. Hay que tomar medidas urgentes, como la que propone un equipo del Instituto Nacional de Investigación Científica de Quebec (Canadá): eliminar los microplásticos de las aguas residuales directamente en la fuente, antes de que acaben en los mares.
¿Cómo? Degradando esas partículas mediante oxidación electrolítica, un proceso que no requiere la adición de productos químicos. El método consiste en usar unos electrodos que generan radicales hidroxilos (·OH), moléculas formadas por un átomo de hidrógeno y un átomo de oxígeno con un electrón libre, que descomponen los microplásticos en CO2 y agua. Según los investigadores, las pruebas de laboratorio hechas con agua contaminada artificialmente con poliestireno mostraron una eficiencia en la degradación del 89 %.