UNA MÁQUINA PARA PONER A PRUEBA LAS ATMÓSFERAS DE OTROS MUNDOS
La Máquina Z de los Laboratorios Nacionales Sandia (EE. UU.) es la mayor fuente artificial de radiación del planeta. En esencia, se trata de un potentísimo generador de rayos X que se utiliza para someter materiales a condiciones extremas de presión y temperatura y simular entornos que no pueden encontrarse en la Tierra.
Un equipo de investigadores de ese centro y de la Institución Carnegie para la Ciencia han aprovechado sus capacidades para replicar las presiones gravitatorias en distintas supertierras –planetas rocosos más masivos que el nuestro– y comprobar sus efectos en una muestra de bridgmanita, una mezcla de silicatos de hierro y magnesio que se cree habitual en esos mundos. La idea es saber si pueden mantener una atmósfera adecuada para la vida.
EL TAMAÑO IMPORTA. Los resultados, publicados en Nature Communications, mostraron que es más probable que una cubierta de gases exista en las supertierras que en otros cuerpos menores –por las presiones que se dan–, sobre todo, si poseen una configuración interna parecida a la de la Tierra y cuentan con una magnetosfera.
Los científicos estudiarán en detalle siete, donde el hierro, los silicatos y los gases parecen darse en idéntica proporción que en nuestro planeta.