Cáncer y covid-19: un arma de doble filo .............
¿CÓMO PROTEGER A ESTOS PACIENTES? TÉCNICAS COMO EL DIAGNÓSTICO MOLECULAR Y LA SECUENCIACIÓN MASIVA PODRÍAN AYUDAR EN EL DIAGNÓSTICO PRECOZ.
“Es necesario destinar los recursos necesarios, tanto humanos como técnicos, tecnológicos y diagnósticos, para evitar retrasos de nuevos casos de cáncer y pérdidas de oportunidad de curación”, advierte el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Álvaro RodríguezLescure.
La pandemia de la covid-19 ha tenido “consecuencias tremendas para nuestra sociedad”, dice Rodríguez-Lescure. Esta crisis sanitaria, destaca, se ha visto acompañada de otras catástrofes paralelas, consecuencia de la falta de recursos para atender esta emergencia, en detrimento de la atención que de forma ordinaria demandan enfermedades como el cáncer.
Así las cosas, como indica el oncólogo, es necesario garantizar la continuidad de la asistencia, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades graves no-covid, para evitar el exceso de mortalidad que provocan.
EN SU OPINIÓN, DEBIDO A LA PANDEMIA DE LA COVID-19, “LOS PACIENTES QUE ESTÁN DENTRO DEL CIRCUITO ASISTENCIAL han vivido una readaptación a una situación excepcional. Desde los servicios de Oncología, hemos priorizado la atención telefónica y hemos ajustado tratamientos para minimizar riesgos”. En su opinión, el problema radica en aquellos futuros pacientes que están fuera del sistema y que se encuentran en un limbo, “porque los retrasos en los diagnósticos oncológicos suponen un impacto muy negativo en los resultados y en las opciones y las oportunidades que tenemos para que los tratamientos repercutan sobre la supervivencia y la paliación”.
“Con una tasa de diagnóstico menor, nos preocupa si los tumores van a llegar en estadios más avanzados, o si incluso van a llegar”, lamenta Rodríguez-Lescure.
EN LOS ÚLTIMOS MESES, LA ACTIVIDAD DIAGNÓSTICA SE HA REDUCIDO PORQUE LA EMERGENCIA SANITARIA “se comporta como un agujero negro que absorbe recursos disponibles. Una situación que debe revertirse”, denuncia el experto.
Según los datos del último informe sobre las Cifras del Cáncer en España presentado por la Red Española de Registros del Cáncer (REDECAN) y SEOM, el número de nuevos casos se incrementará en los próximos años. “A eso habrá que sumar el retraso del 21% de pacientes no diagnosticados durante la primera ola de la pandemia”, explica el presidente de la citada sociedad científica.
Y es que, como ha ocurrido en todos los ámbitos de la vida, la asistencia sanitaria en los últimos meses se ha visto limitada y flanqueada por esta crisis de primer orden. “El modelo asis
tencial ha tenido que reorganizarse”, tal y como señala Rafael López, jefe del Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.
El objetivo en todo este proceso de transformación ha sido evitar que los pacientes vulnerables acudieran al centro sanitario. “De entrada, dimos prioridad a las primeras visitas y a los tratamientos oncológicos”, recuerda Vicente Guillem, presidente de la Fundación ECO.
“DESDE EL PRIMER MOMENTO, EXISTIÓ UN EQUILIBRIO ENTRE LOS ONCÓLOGOS QUE HAN TENIDO QUE IR A TRABAJAR CONTRA EL VIRUS, los que se han tenido que quedar en casa por cuestión de riesgo y otros que están trabajando en los servicios de oncología”, apunta Carlos Camps, director de Programas Científicos de dicha fundación. Desde su punto de vista, todo esto depende de la capacidad humana individual de sacrificarse y de trabajar en equipo con los demás, para de este modo buscar un bien común. “Se está realizando un esfuerzo hospitalario considerable a nivel de gestión con el fin de encontrar las mejores soluciones desde una realidad muy cambiante, y con un porcentaje de incertidumbre tremendo”, recalca Camps.
¿Qué debemos aprender de esta crisis sanitaria? Camps tiene claro que no se puede basar la solución en la gestión de cada hospital, sino en redes de centros sanitarios que sean capaces de atender a la población sin necesidad de duplicar o triplicar los recursos. Es la única manera de enfocar la nueva sanidad española.
“HAY QUE PONER EL ACENTO EN EL TRABAJO EN EQUIPO Y EN UNA ORGANIZACIÓN SUPRAHOSPITALARIA, así como destinar todos los recursos del sistema sanitario al servicio siempre del enfermo. Es esencial construir redes, redes diagnósticas y redes terapéuticas, redes del conocimiento”, remarca Camps.
Lo que parece claro, un año después de la pandemia, es que todo el conocimiento médico que existe es bienvenido para abordar la situación. Por ejemplo, las aportaciones de la biología molecular y la genética son uno de los eslabones clave de la llamada oncología de precisión; esta permite seleccionar tratamientos que tienen más probabilidad de ayudar al paciente de acuerdo a un concepto genético de su enfermedad. Los expertos coinciden en que contar con este tipo de recursos se hace, ahora más que nunca, necesario para hacer frente al aumento de casos por cáncer.
En este sentido, el diagnóstico molecular podría jugar un papel fundamental en la prevención, así como las técnicas de secuenciación masiva del ADN, para identificar el problema antes de que evolucione, apunta el doctor López. Se trata, al fin y al cabo, de adelantar el diagnóstico del cáncer y poder atajarlo a tiempo.