LA PRÓXIMA ‘ARCA DE NOÉ’ PODRÍA ESTAR EN LA LUNA
Las semillas, esporas, espermatozoides y óvulos congelados de 6,7 millones de especies de plantas, hongos y animales podrían preservarse en estructuras construidas en los túneles de lava lunares, formados por erupciones ocurridas hace 3000 millones de años. Así lo propone un equipo de investigadores dirigido por Jekan Thanga, profesor de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica de la Universidad de Arizona. Esas cavidades –se han hallado unas 200, y parecen mucho mayores que las de la Tierra– servirían para conservar los genes de las especies, en caso de catástrofe, como el impacto de un asteroide, una guerra nuclear... ESCUDO NATURAL. ¿Por qué instalar allí un arca de Noé? Por su relativa cercanía –cuatro días de viaje desde la Tierra– y porque protegerían el ADN de los meteoritos y las radiaciones solares y cósmicas. Thanga estima que llevar allí cincuenta muestras de cada una de los 6,7 millones de especies requeriría lanzar 250 cohetes, y desarrollar la tecnología necesaria –robots, por ejemplo– para construir bases lunares –la ESA ya planifica cómo erigirlas, aunque en la superficie–. Según él, su idea funcionaría como “botón de reinicio” en caso de apocalipsis.
Después de tantos meses sin viajar, las mentes aventureras están buscando destinos que, si es posible, lo tengan todo: naturaleza, cultura y, si puede ser, mucho espacio abierto para practicar deporte y relajarse. La primera opción que se nos ocurra será, probablemente, la más masificada... así que, ¿por qué no pensar en un lugar que tenga todo eso y, además, resulte un poco más exclusivo?
Ese lugar es la montaña Schilthorn y sus alrededores, en el centro de Suiza. En su ladera se encuentra el pueblo alpino de Mürren, que acoge a los visitantes en sus hoteles y apartamentos turísticos. Tanto en los meses de invierno como en los de verano, se pueden encontrar multitud de posibilidades para disfrutar de deportes al aire libre (senderismo, bicicleta de montaña, Vía Ferrata, esquí en invierno…), simplemente pasear descubriendo paisajes o, incluso, subir en el telecabina y disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de los Alpes desde el restaurante giratorio de la cima.
Ahora bien, un espacio en el que la naturaleza impone su majestuosidad ofrece, a la vez, cultura y entretenimiento para todos. El pico del Schilthorn, también llamado Piz Gloria, fue el escenario —hace
ya cinco décadas— de la película de James Bond “007 al servicio de su majestad”. Los fans de la famosa saga sobre el espía británico, ya sean mayores o pequeños, pueden revivir su aventura alpina y hacerse simpáticas fotos de recuerdo en las atracciones instaladas.
La mejor manera de organizar el viaje es volar a Zúrich o Ginebra (swiss.com). Desde cualquiera de estos aeropuertos se puede tomar un tren hasta que nos llevará hasta la localidad de Lauterbrunnen. Todavía nos queda la subida, en un pintoresco tren de cremallera, hasta el encantador pueblo alpino de Mürren desde donde podremos tomar el telecabina que asciende la montaña de Schilthorn hasta la cima.