TORMENTA DE LLAMAS EN PRÓXIMA CENTAURI
En mayo de 2020, un equipo de investigadores de distintas instituciones coordinado por expertos del Instituto de Astrofísica de Canarias confirmó que, como se venía sospechando desde 2016, un exoplaneta orbitaba alrededor de Próxima Centauri, a 4,22 años luz. Se trataba de una noticia impactante. No solo era el mundo extrasolar más cercano descubierto hasta la fecha, sino que, además, tenía una masa parecida a la de la Tierra y se encontraba en la región habitable del sistema, una zona en la que sería posible la existencia de agua líquida en su superficie y, con ella, quizá la vida.
DESTRUCCIÓN TOTAL. No obstante, es difícil que esta haya prosperado en ese entorno. Y, si lo ha hecho, seguramente no se parezca mucho a la que conocemos. El problema es que Próxima Centauri, una enana roja, más fría y pequeña que el astro rey, es sumamente activa y produce intensísimas llamaradas solares. En un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters, un grupo de astrónomos dirigido por Meredith A. MacGregor, de la Universidad de Colorado en Boulder, ha descrito una de esas explosiones de radiación, las más violenta registrada hasta la fecha.
El fenómeno, detectado mediante nueve observatorios terrestres y espaciales en 2019, fue cien veces más potente que los que se observan en el Sol. Con el tiempo, este tipo de sucesos habría arrasado la atmósfera y evaporado los hipotéticos océanos de ese mundo.