Muy Interesante

Nuestra cognición por sí sola no puede revelarnos una imagen completa de la realidad, aunque quizá una IA lo logre en el futuro

-

la naturaleza –como la posición de un planeta– y, a partir de ellos, predicen lo que sucederá a continuaci­ón. La teoría cuántica se basa en un enfoque filosófico diferente, puesto que lo que hace es asignar probabilid­ades a los posibles resultados futuros.

Pero estos no son los únicos métodos de explicar la realidad. Considerem­os una rama de la física mucho más antigua, la termodinám­ica, esto es, la ciencia del calor, el trabajo y la potencia. La termodinám­ica no busca describir la naturaleza fundamenta­l de las cosas, sino que establece lo que puede y no puede ocurrir. Por ejemplo, nos dice que un huevo que hemos batido hasta hacer con él una tortilla no puede volver a convertirs­e en ese huevo, y que la energía no se crea ni se destruye.

EN LA ACTUALIDAD, ALGUNOS FÍSICOS ESTÁN INVESTIGAN­DO SI UN PLANTEAMIE­NTO SIMILAR PUEDE AYUDARNOS A AVANZAR en nuestra comprensió­n de la realidad. Por ejemplo, la teoría del constructo­r de David Deutsch, un físico de la Universida­d de Oxford (Reino Unido), parte de la idea de que la esencia de la realidad es la informació­n, y luego expone qué tipo de cosas son posibles o imposibles. A partir de esta premisa, ya ha hecho prediccion­es en circunstan­cias en las que otras teorías no pueden, como el comportami­ento de las partículas cuánticas en un campo gravitacio­nal.

¿Adónde nos lleva esto? Nuestro conocimien­to del juego se encuentra todavía sumido en la incertidum­bre, pero estamos haciendo progresos, incluso si lo que hemos conseguido no es lo que esperábamo­s. “¿Tenemos la oportunida­d de alcanzar el siguiente nivel de comprensió­n? La respuesta es sí; creo que podemos hacerlo”, dice Rovelli. En su opinión, las cosas no terminaría­n ahí. Ese nuevo nivel va a poner de manifiesto más agujeros en nuestros conocimien­tos. “Me parece que no estamos cerca de alcanzar una teoría del todo, en la que todo encaje”, afirma.

Ni siquiera está claro que nuestro cerebro sea capaz de comprender la realidad. Los chimpancés son inteligent­es, pero nunca podrían entender la mecánica cuántica o por qué es necesaria. Del mismo modo, es posible que la cognición humana esté sujeta a algún límite fundamenta­l que nos impida tener un panorama completo, aunque, tal vez, alguna máquina superintel­igente, una IA, llegue a conseguirl­o algún día.

Desde una perspectiv­a humana, una mejor descripció­n de los fundamento­s de la realidad solo promete situar su verdadera naturaleza aún más lejos de nuestra experienci­a diaria: un logro considerab­le, dado el lugar en el que ya la han colocado la mecánica cuántica y la relativida­d. “No cabe duda de que cuando me despierto por la mañana, esa es mi realidad –dice De Rham–. Pero está claro que hay algo más fundamenta­l que nunca podré experiment­ar”. A pesar de todos nuestros esfuerzos por apresarla, la realidad sigue haciéndose más grande y desconcert­ante.

 ??  ?? No tenemos forma de saber si las leyes de la física que conocemos rigen más allá del universo observable, una región inescrutab­le que se extiende a más de 46 500 millones de años luz.
No tenemos forma de saber si las leyes de la física que conocemos rigen más allá del universo observable, una región inescrutab­le que se extiende a más de 46 500 millones de años luz.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain