El corazón metálico de Psyche
Sabemos que muchos asteroides están formados por roca y hielo, pero hay otros cuya composición incluye distintos metales, como el hierro o el níquel, de forma similar a los que conforman el núcleo terrestre. Es el caso de 16 Psyche, uno de los objetos que más curiosidad suscita entre los científicos. Estos barajan si podría tratarse del núcleo de un planeta primitivo que perdió sus capas exteriores rocosas tras una serie de violentas colisiones, hace miles de millones de años.
Situado en el cinturón principal, mide unos 226 kilómetros de diámetro y tiene forma de patata. La pandemia de la covid-19 no ha truncado los planes de la NASA respecto a Psyche, y planea enviar una nave hacia el mismo en 2022, aunque no llegará a su órbita hasta 2026.
“Se trata del más grande de los asteroides conocidos que creemos que son principalmente metálicos y, ciertamente, es un tipo de cuerpo del Sistema Solar que nunca hemos explorado”, indica Linda Elkins-Tanton, investigadora principal de la misión Psyche.
Esta científica explica que la sonda no recogerá muestras, ya que la roca espacial se encuentra tan alejada que regresar con ellas a la Tierra sería poco práctico. “Orbitaremos Psyche durante veintiún meses y recopilaremos información con las cámaras multiespectrales de la nave. Esta también llevará a bordo magnetómetros, para medir campos magnéticos, y un espectrómetro de rayos gamma y neutrones, que nos aportará información sobre su composición”, detalla.
Eros tiene una triple medalla: fue el primer asteroide próximo a la Tierra del que tuvimos constancia, fue igualmente el primero que fue sobrevolado por una sonda y también fue el primero en el que aterrizó un vehículo espacial. Ambas hazañas estuvieron protagonizadas por la nave NEAR –acrónimo en inglés de encuentro con asteroides cercanos a la Tierra; a la izquierda puede verse una recreación–.
En 1998, la nave se posicionó a 3800 kilómetros del asteroide y descubrió que era más pequeño de lo esperado. Tenía dos cráteres medianos, una larga cresta superficial y una densidad similar a la de la corteza terrestre. Tras situarse en órbita a su alrededor, en 2001 la nave aterrizó sobre su cuerpo rocoso. Contra todo pronóstico, sus instrumentos continuaron operativos unos días.
Los astrónomos sospechan que los asteroides próximos a la Tierra –llamados NEA, por sus siglas en inglés–, como 433 Eros –su nombre oficial–, son cometas muertos o restos de colisiones entre los cuerpos del cinturón principal.
Antes de su encuentro con la NEAR, Eros ya había sido observado mediante telescopios terrestres. En 1975, se situó a 23 millones de kilómetros de nuestro planeta, la menor distancia desde que fue descubierto por Carl Gustav Witt, el 13 de agosto de 1898.
Algunos asteroides contienen metales, como hierro y níquel, en una proporción que se asemeja a la del núcleo terrestre