EN BUSCA DE LAS NEURONAS DEL TIEMPO
Una de las cosas que nos hace humanos es nuestra habilidad para ordenar los hechos cronológicamente y recordarlos en la secuencia correcta. ¿Cómo completa el cerebro esta operación? Gracias a las que podríamos llamar neuronas del tiempo, ubicadas en el hipocampo, una estructura implicada entre otras cosas en las emociones y la memoria. Esta es la respuesta que ha deparado un trabajo liderado por Leila Reddy, neurocientífica del Centro de Investigación del Cerebro y la Cognición, en Toulouse (Francia), que junto a sus colegas ha detectado algunas de las redes neuronales responsables de registrar y recordar las secuencias temporales.
El estudio, publicado en el Journal of Neuroscience, ha consistido en monitorizar y analizar la actividad neuronal de unos voluntarios: les implantaron electrodos en el encéfalo y les pusieron tareas que requerían el uso de la memoria secuencial. Los científicos observaron que cuando las hacían se apreciaban cambios en la actividad de ciertas células nerviosas del hipocampo.
FLUJO CONTINUO. Los participantes debían ver y recordar secuencias de imágenes. Al hacerlo, esas neuronas del tiempo se disparaban. Es más, cuando había un intervalo de diez segundos entre imagen e imagen, esas mismas células seguían procesando la experiencia del tiempo, pese a la ausencia de estímulos. Según Reddy, eso implica que en el cerebro hay “una representación de un flujo de tiempo interno o inherente, no impulsado por el exterior”. El ensayo, aparte de arrojar luz sobre los mecanismos de la memoria, podría servir para desarrollar tratamientos contra dolencias que reducen la capacidad de recordar.