La pandemia impulsa el mercado ilegal de medicamentos ...................
INTERPOL HA CLAUSURADO LA CIFRA MÁS ALTA DE ENLACES WEB DE VENTA NO AUTORIZADA DE FÁRMACOS EN UNA MISMA OPERACIÓN (113 000), UN FENÓMENO QUE LAS FUERZAS POLICIALES ATRIBUYEN AL AUMENTO DEL USO DE INTERNET POR LA CRISIS SANITARIA.
Si la compra ilegal de medicamentos en la Web ya venía siendo un problema en aumento al margen de la pandemia, los nuevos hábitos de vida –algunos obligados– y necesidades que ha propiciado la covid-19 ha incrementado su magnitud hasta niveles históricos. Así lo confirman los resultados recopilados por la Interpol en la decimocuarta edición de su Operación Pangea. Desarrollada simultáneamente en 92 países, se ha saldado con la clausura de la mayor cifra histórica de webs ilegales de venta de medicamentos y productos sanitarios. En concreto, se eliminaron 113020 enlaces, la cifra más elevada desde el inicio de estas operaciones internacionales anuales, en 2008. Los agentes practicaron 277 arrestos en todo el mundo e incautaron más de 9 millones de productos farmacéuticos, por valor de más de 23 millones de dólares en el mercado negro. Entre los millones de productos incautados –falsificados o no–, los agentes encontraron medicación para la disfunción eréctil, analgésicos, esteroides anabólicos, fármacos oncológicos, antipalúdicos, vitaminas, etcétera.
LA VALORACIÓN DE LA INTERPOL ES TAJANTE: “La irrupción del SARS-CoV-2 ha abierto una nueva tendencia en la falsificación de productos médicos”, asevera su informe. ¿Los motivos? Medi
das como el confinamiento domiciliario o el cierre de sectores y servicios ha llevado al ciudadano a una mayor presencia online y, en consecuencia, a la búsqueda en este canal de productos farmacéuticos. Más en concreto, de aquellos necesarios para protegerse frente al virus: mascarillas, test diagnósticos...
“A medida que la pandemia obligó a la gente a mudar sus hábitos a internet, los delincuentes se apresuraron a apuntar a estos nuevos clientes”, ha confirmado el secretario general de Interpol, Jürgen Stock. “Mientras que algunas personas estaban comprando medicamentos ilícitos a sabiendas, otros muchos miles de víctimas ponían en peligro su salud y potencialmente sus vidas sin saberlo”, ha distinguido el responsable del cuerpo internacional de policía.
Por ejemplo, los kits de diagnóstico falsos para detectar covid-19 –o no autorizados para su comercialización– representaron más de la mitad de todos los dispositivos médicos incautados durante la Operación Pangea XIV. Respecto a las mascarillas, junto al mercado ilícito asiático, Italia fue uno de los focos de mayores aprehensiones. En este país, las autoridades recuperaron más de 500000 tapabocas quirúrgicos no certificados, así como 35 máquinas utilizadas para su producción y envasado.
LA OPERACIÓN PANGEA DESARROLLADA EN 2020 ya dejaba entrever los efectos de la pandemia en el boom de este mercado ilícito. Aunque tuvo lugar en marzo, en pleno inicio de la expansión del SARS-CoV-2, la Interpol alertó de la preocupante cifra de decomisos de mascarillas, geles hidroalcohólicos de baja calidad y fármacos antivirales.
Por ejemplo, las incautaciones de medicamentos contra infecciones víricas no aprobados registraron un aumento del 18% respecto a la edición precedente de Pangea. Igualmente, las requisas de cloroquina –un compuesto contra la malaria que se empleaba mayoritariamente como tratamiento al inicio de la pandemia– aumentaron en más de un 100%. Unas cifras que ya por entonces la Interpol relacionaba directamente con el brote de la covid-19.