Muy Interesante

Los secretos de la escritura cuneiforme

-

Los asirios tenían al inicio de su ascenso político un complejo de inferiorid­ad cultural hacia sus vecinos del sur de Mesopotami­a y adoptaron el babilonio como lengua literaria. Allí, en la cultura de Uruk (IV milenio a. C.), había nacido la escritura. Luego los sumerios desarrolla­ron y extendiero­n por toda la región el estilo cuneiforme, con sus signos en forma de cuña. Contenía tanto pictograma­s como ideogramas. Hasta hace unos años se creía que los primeros habían surgido antes, pero se han identifica­do tablillas que demuestran que la voluntad de representa­r el lenguaje de forma abstracta estuvo ya en el ánimo de los primeros escribas.

La escritura asiria de sus tablillas prueba que este reino con fama de cruel también vivió una gran evolución cultural: pasó de unos 150 signos en el periodo paleoasiri­o a unos 300 y una grafía muy regulariza­da en el apogeo del imperio. George Smith (18401876), editor e impresor de Londres, quedó fascinado por los descubrimi­entos arqueológi­cos de Layard y Rawlinson en Asiria, y fue pionero en estudiar las tablillas que llegaban al Museo Británico. En 1867 descifró una que relataba un eclipse total de Sol el 15 de junio de 763 a. C., evento astronómic­o que había sido descrito por otros medios por el historiado­r francés Clément. La ratificaci­ón de la fecha permitió dar un gran paso en la datación cronológic­a de la historia antigua de Oriente Próximo. Smith se hizo famoso en 1871 por su traducción de la historia del diluvio universal según los mesopotámi­cos (luego la Biblia la modificarí­a), y pudo viajar a Nínive para dirigir excavacion­es en la capital de Asurbanipa­l. Así sacó a la luz la lista de las dinastías babilonias.

nia era una ciudad santa y solía ser respetada, en este caso no quedó piedra sobre piedra: los asirios destruyero­n hasta los cimientos. En cuanto a sus habitantes, los que no murieron en la batalla o en el gran saqueo posterior, fueron vendidos como esclavos o deportados. Fue la mayor deportació­n de las 157 de la historia asiria, con 280 000 desplazado­s forzosos. No es extraño que Senaquerib haya pasado a los anales como la personific­ación de la brutalidad de su pueblo.

SORPRENDEN­TE PUEDE RESULTAR QUE SU HIJO Y SUCESOR, ASARHADDÓN, hiciese lo contrario que su padre: reconstruy­ó Babilonia. Pretendía demostrar a sus nuevos súbditos, con esta sofisticad­a medida política, los beneficios de pertenecer a Asiria. En el campo de batalla, Asarhaddón invadió Egipto con éxito en el 671 a. C., incorporó al territorio asirio Menfis y situó a su gobernante Necao como faraón vasallo. Pero tuvo que volver dos años después ante el surgimient­o de nuevas rebeliones. Falleció antes de alcanzar la frontera egipcia.

Su hijo Asurbanipa­l volvió a poner en fuga a los faraones hasta más al sur de Tebas y controló el país de las pirámides, por lo que se convirtió en el último gran rey de Asiria. Fue un personaje singular para su época, con una cultura por encima de la media: sabía leer y escribir, se vanagloria­ba de su inteligenc­ia, que le permitía debatir con los sabios en su terreno, y decidió reunir una notable biblioteca en Nínive. Envió a escribas por todo el imperio para copiar las principale­s historias y biografías. A esta tarea debemos que hayan llegado hasta hoy obras

Asurbanipa­l fue una rareza en su época, pues sabía leer y escribir y su cultura le permitía debatir con los sabios

como el Poema de Gilgamesh, la primera gran narración épica conocida. La biblioteca de Nínive reunió 30000 tablillas de arcilla, probableme­nte la mayor colección de textos hasta la fundación de la de Alejandría acaecida siglos después.

Pero la biblioteca quedó reducida a ruinas poco después, como el propio Imperio asirio. Los sucesores de Asurbanipa­l se enfrentaro­n entre ellos, lo que debilitó al reino, y en el 612 a. C. una alianza entre medos y babilonios, con el apoyo de otros pueblos, puso asedio a Nínive durante tres meses. Cuando la tomaron, su destino no fue distinto al que los asirios habían deparado a Babilonia setenta y siete años antes: el saqueo y una destrucció­n implacable, biblioteca incluida. La profecía bíblica se cumplía. El último rey asirio, Ashuruball­it II, intentó recuperar el poder con ayuda de tropas venidas de Egipto pero fracasó. Los restos arqueológi­cos demuestran que Nínive (en la actual Mosul) permaneció deshabitad­a. Y desde entonces, nada más se supo de los asirios. Un texto de la Biblia dejó constancia tanto del hundimient­o asirio como de lo merecido que le pareció a sus muchos enemigos: “Rey de Asur… Tu ruina no tiene remedio; espantoso es tu desastre. Cuantos lo oigan batirán palmas contra ti, porque ¿sobre quién no pesó sin tregua tu maldad?”.

 ??  ?? Bajorrelie­ve asirio con escritura cuneiforme grabada en la pared.
Bajorrelie­ve asirio con escritura cuneiforme grabada en la pared.
 ??  ??
 ??  ?? Esto es lo que queda de Halfeti, ciudad de la actual Turquía a orillas del Éufrates que fue fundada en 855 a. C. por el rey asirio Salmanasar III. Hay muchas ruinas sumergidas bajo lo que hoy es el pantano de Birecik.
Esto es lo que queda de Halfeti, ciudad de la actual Turquía a orillas del Éufrates que fue fundada en 855 a. C. por el rey asirio Salmanasar III. Hay muchas ruinas sumergidas bajo lo que hoy es el pantano de Birecik.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain