Muy Interesante

En la encrucijad­a de la recuperaci­ón

El autor analiza las grandes cifras de las cuentas públicas para 2022 y propone mejorar la política presupuest­aria con una evaluación veraz que permita eliminar gastos ineficient­es.

-

No desvelaré el nombre del ministro de Economía que, tras una intensa jornada de trabajo en el proceso de elaboració­n de unos presupuest­os, me dijo: “La diferencia entre ser conservado­r o progresist­a en este país son apenas 6.000 millones de euros de gasto público. Lo demás es mera impostura política”. Para que se tome conciencia del orden de magnitud, el nivel de gasto público este año en los Presupuest­os Generales del Estado para 2022 (PGE 2022) asciende a 459.000 millones de euros. Los presupuest­os deberían ofrecer músculo y credibilid­ad en un momento en que existen riesgos y amenazas que pueden situar a España en una posición de vulnerabil­idad derivada de la escalada de precios, de la interrupci­ón de algunas cadenas internacio­nales de suministro, el inminente tapering que endurecerá las condicione­s de financiaci­ón de la deuda pública española, o los riesgos del suministro de gas en un entorno de suma dependenci­a energética. Y el riesgo es mayor si cabe por cuanto España, al cierre del segundo trimestre de 2021, se encontraba a un nivel del 92,8% del PIB anterior a la pandemia, mientras otros países como Alemania o Francia se situaban en el 96,8% del PIB. Por otro lado, la revisión de las previsione­s de crecimient­o de la economía española para este año elaboradas por el INE y las proyeccion­es de crecimient­o elaboradas por institutos públicos y privados de investigac­ión económica para 2022 pueden poner en cuestión algunas de las magnitudes macroeconó­micas sobre las que se sustenta el presupuest­o.

España tiende a sostener una política presupuest­aria basada en la cronificac­ión del gasto público y en la falta de evaluación de la eficacia y eficiencia de las políticas públicas. Una evaluación veraz con una metodologí­a adecuada podría generar márgenes de actuación, eliminando gastos ineficient­es. Pero, incluso, el Banco de España ha venido a cuestionar la indexación al IPC de algunos gastos estructura­les, como las retribucio­nes de los empleados públicos o la evolución misma de las pensiones. Es más, tanto por la operatoria de los estabiliza­dores automático­s como por los programas de gasto social (vivienda, prestacion­es sociales, desempleo) el gasto ha batido récord histórico, que inevitable­mente ha llevado asociado un incremento del saldo vivo de deuda pública y del déficit estructura­l. Este se eleva peligrosam­ente por encima del 5%, por mucho que se estime una subida de la recaudació­n fiscal próxima a los 4.000 millones de euros, mientras que la deuda pública se sitúa en máximos históricos: 1.417 billones de euros, lo que equivale al 125,3% del PIB. Por último, los PGE 2022 incorporan 27.633 millones de euros de fondos europeos de recuperaci­ón, que se añaden a los recibidos durante 2021. Más allá del importe presupuest­ado, es fundamenta­l garantizar la ejecutabil­idad de toda la financiaci­ón comunitari­a, toda vez que el rango de ejecución será determinan­te para muscular nuestra economía y no restar mayor competitiv­idad. En suma, una suerte de presupuest­o complement­ario cuya realizació­n será crucial para definir el futuro próximo de nuestro país. ●

 ?? ?? Los dos partidos de la coalición gobernante han basado el presupuest­o en unas previsione­s de crecimient­o que podrían ser cuestionad­as.
Los dos partidos de la coalición gobernante han basado el presupuest­o en unas previsione­s de crecimient­o que podrían ser cuestionad­as.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain