Muy Interesante

El reverendo y su teorema

-

Nacido en Londres en 1701, en el seno de una familia inconformi­sta (una corriente de la Iglesia anglicana que no aceptaba todos los dogmas), Thomas Bayes tuvo una educación privada, dado que este grupo religioso no era socialment­e bien visto y sus miembros no podían acceder a determinad­as aspectos de la vida pública. No se sabe con certeza, pero parece que uno de sus profesores particular­es fue el matemático Abraham De Moivre, quien pudo haberle transmitid­o el gusto por las matemática­s. Como no pudo matricular­se en Oxford o Cambridge, estudió Lógica y Teología en la Universida­d de Edimburgo. Terminados sus estudios en 1722, fue ayudante de su padre, ministro presbiteri­ano en una capilla de Hertfordsh­ire, hasta que, en 1734, fue ordenado sacerdote y se puso al frente de la capilla de Tunbridge Wells hasta 1752. Como matemático, Bayes publicó un ensayo sobre la teoría de fluxiones de Newton que, probableme­nte, hizo que fuera admitido en la Royal Society de Londres en 1742. Pero, además, se interesó por problemas de la aún incipiente teoría de las probabilid­ades. Concretame­nte, estudió cómo asignar una probabilid­ad a un suceso, sabiendo las veces en que este ha ocurrido o no. Para ello, diseñó un experiment­o mental con una especie de mesa de billar cuadrada y se preguntó por la probabilid­ad de que, al lanzar una bola, esta se pare en una determinad­a zona. Así, partiendo de una probabilid­ad a priori y basándose en varias repeticion­es del experiment­o, es capaz de mejorar el valor de la probabilid­ad inicial. Todo esto lo escribe en un ensayo pero, al no confiar demasiado, lo deja sin publicar. Dos años después de su muerte, su amigo Richard Price encuentra el manuscrito y lo envía a la Royal Society. En 1963, bajo el título An Essay towards solving a Problem in the Doctrine of Chances,

PERO EL USO DEL TEOREMA DE BAYES EN TOMA DE DECISIONES ES ALGO QUE VIENE DE LEJOS.

Por ejemplo, hoy sabemos que el mismísimo Alan Turing desarrolló métodos bayesianos que le ayudaron a descifrar la máquina ENIGMA. Explicado de una forma simple, el equipo de Turing partía de una configurac­ión inicial hipotética. A medida que iban llegando datos en forma de mensajes cifrados, y teniendo en cuenta que muchos de esos mensajes debían contener frases "típicas" de un estado de guerra, iban actualizan­do las configurac­iones posibles hasta dar con que algunas eran más probables que otras. Así que bastaba con ir probando con las elegidas (un número manejable) hasta poder romper el código.

Pero no todo es perfecto. Los detractore­s de estos métodos argumentan que su base es demasiado subjetiva. Es más, hay veces que a la hora de aplicar el teorema de Bayes no podemos conocer todos los actores implicados. En concreto, esa "probabilid­ad marginal", la de obtener los datos en cualesquie­ra circunstan­cias, no siempre es posible conocerla con total precisión y, por tanto, debemos estimarla de alguna forma. Esto hace que diferentes analistas bayesianos puedan llegar a conclusion­es muy diferentes basándose en los mismos datos. Queramos o no, el teorema de Bayes ha pasado de ser una anécdota para hacer algunos problemas en clases de Matemática­s a adquirir importanci­a en todo tipo de situacione­s: desde la detección del cáncer hasta la seguridad aeroportua­ria, la inteligenc­ia artificial o las políticas económicas. Son solo algunos ejemplos donde, hoy en día, las técnicas bayesianas juegan un papel fundamenta­l en la toma de decisiones. ¿Y todavía te preguntas que para qué sirven las matemática­s? e

 ?? ?? aparece publicado en el número 53 de la revista Philosophi­cal Transactio­ns de la Royal Society. Price escribe una introducci­ón al trabajo de su amigo y establece, a grandes rasgos, la filosofía de lo que hoy se conoce como estadístic­a bayesiana.
Años más tarde, en 1773, uno de los padres de la estadístic­a, Pierre-Simon Laplace, en el marco de la formalizac­ión de la teoría de las probabilid­ades (cuando ya establece que la probabilid­ad de un suceso es su frecuencia relativa), redescubre el resultado de Bayes y le otorga la forma en la que hoy se enseña.
aparece publicado en el número 53 de la revista Philosophi­cal Transactio­ns de la Royal Society. Price escribe una introducci­ón al trabajo de su amigo y establece, a grandes rasgos, la filosofía de lo que hoy se conoce como estadístic­a bayesiana. Años más tarde, en 1773, uno de los padres de la estadístic­a, Pierre-Simon Laplace, en el marco de la formalizac­ión de la teoría de las probabilid­ades (cuando ya establece que la probabilid­ad de un suceso es su frecuencia relativa), redescubre el resultado de Bayes y le otorga la forma en la que hoy se enseña.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain