Nazis en el levante español
En los años 20, Johannes Bernhardt, un emprendedor hombre de negocios de Hamburgo, emigró al Protectorado Español de Marruecos, donde entabló fructíferas relaciones comerciales con los mandos militares españoles. Afiliado al partido nazi, Bernhardt actuó como enlace ante Hitler para obtener su compromiso de ayuda a la causa de los sublevados contra la República. Fundador de la Sociedad Hispano-Marroquí de Transportes, empresa tapadera que controlaba el suministro de material bélico alemán al ejército de Franco, en 1938 fue el artífice de la creación de Sofindus, conglomerado de empresas al servicio de la causa nazi que dominó el comercio entre Alemania y España en la Segunda Guerra Mundial.
Tras el final de la contienda civil española, Bernhardt se instaló en una villa de la localidad de Denia, residencia que fue conocida desde entonces como la Casa de los alemanes. Nacionalizado español, desde allí dirigió las actividades de Sofindus, hasta que el triunfo aliado le puso en la cuerda floja. Reclamado por los norteamericanos por su manifiesta colaboración con los nazis, el empresario decidió marcharse a Argentina en 1952. Nunca regresó a España.
Un par de años antes de la partida de Bernhardt, llegó a la costa levantina Gerhard Bremer, un antiguo oficial de las Waffen-SS que al final de la Segunda Guerra Mundial había sido capturado en Francia bajo la sospecha de que la unidad que comandaba había participado en la ejecución de soldados canadienses hechos prisioneros en Normandía. Puesto en libertad en 1948, cuatro años después pudo instalarse en Denia gracias a la mediación de Johannes Bernhardt ante las autoridades españolas. Convertido en promotor inmobiliario, construyó los Bremers Park-Bungalows, un complejo turístico en la zona de Les Rotes que atrajo a otros compatriotas, algunos sospechosos de haber participado en el Holocausto.
La urbanización se convirtió en centro de reunión de la comunidad alemana en Denia, que acudía a las fiestas organizadas por el extrovertido Bremer. Como también hacía Degrelle. El anfitrión recibía a sus invitados con el impecable uniforme blanco de verano de oficial de las Waffen-SS. Según el relato de algunos testigos que acudían a estos eventos, la entrada estaba presidida por una fotografía en la que Bremer aparecía junto a Hitler rodeado por varios dirigentes nazis. La banda municipal de Denia amenizaba la reunión con pasodobles y piezas de Wagner. Existe constancia de que Otto Skorzeny acudió a alguna de estas fiestas.
Por sorprendente que pueda parecer, estos encuentros tuvieron lugar hasta los años 80, cuando dejaron de celebrarse debido a la avanzada edad de su principal organizador. Gerhard Bremer falleció en Denia en 1989 y su cuerpo fue enterrado junto al de su mujer en el cementerio de la localidad. En la playa de Les Rotes, muy cerca de la urbanización que fundó, todavía se conservan los restos de un antiguo embarcadero donde, en medio de la noche, fondeaban pequeñas embarcaciones en las que llegaron sigilosos pasajeros. En uno de los restaurantes de la zona, un grupo de antiguos nazis conmemoraba cada 20 de abril el cumpleaños del Führer con una comida en la que se pronunciaba a coro el saludo ¡Heil Hitler!