MALOS TIEMPOS PARA PERDER TRENES
NO TENGO NINGÚN REPARO EN DAR LA
ENHORABUENA AL GOBIERNO por la presentación del contenido del “PLAN MOVES III”, el cual hemos vivido tristemente el ejercicio pasado. Lleno de cantidades económicas millonarias, capaces de hacer brillar de emoción los ojos al rey de los incrédulos, de intenciones de cuyo buen origen no me cabe duda y de una burocracia exquisitamente compleja que abocaban a un fracaso lamentablemente confirmado.
Realizar un análisis de la realidad de mercado es reconocer que las ventas de los vehículos 100 % eléctricos solo producen un peso de un 2 % sobre el total de las ventas y que el incremento disparado del mercado de los híbridos enchufables posiblemente esté abriendo la puerta a una burbuja.
No necesitamos ser grandes expertos para reconocer que esta tecnología está de paso y es seleccionada por los compradores por los beneficios de uso más que por la dicha tecnología en sí misma. Además, y discúlpenme por olvidar lo más importante, los híbridos enchufables se mueven gracias un motor de combustión que incluso en algunas marcas es diésel. Comenzamos el presente año con un mes de enero de los más negros de la historia del automóvil y, hasta la fecha, sin cuaderno de intenciones de cambio. Plantéense, por favor, las necesidades reales de cada territorio con respecto a las tecnologías y las infraestructuras reales de que disponen, analícese la burocracia que puede soportar un ciudadano de a pie y, finalmente, dediquen su esfuerzo a cambiar radicalmente el tiempo de espera necesario para recibir la ayuda ofrecida. No quiero ni imaginar cuánto habría que esperar si el plan hubiese sido un éxito... e