Hay que estar atentos cuando…
Las situaciones de crisis o estrés agudo pueden actuar como detonantes, igual que el uso de alcohol y drogas multiplica el riesgo. Además, el psiquiatra Luis de Rivera, director del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid, advierte de que pueden darse situaciones que no llamen la atención o nos lleven a engaño. “A veces, se observa que una persona que presenta ideación suicida o lleva tiempo experimentando un enorme sufrimiento, de pronto, está de mejor humor, más tranquilo. Es el momento más peligroso, en el que puede haber tomado la decisión de quitarse la vida para acabar con su problema. Hablar con ella, no dejarla sola es una de las medidas de primeros auxilios, junto con pedir ayuda profesional".
Por otra parte, está demostrado que el mayor factor de riesgo es haber llevado a cabo un intento de suicidio con anterioridad. Según la web Mind-u, el porcentaje de reintentos es del 20 % dentro del mismo año, una cifra que sube al 40 % en el caso de jóvenes y adolescentes. Además, investigaciones como la publicada en The Lancet por un equipo de la Universidad de Aarthus (Dinamarca), dejan claro que los antecedentes de suicidios en la historia familiar duplican el riesgo de que la historia se repita, sobre todo, si se trata de familiares de primer grado (padres, hermanos...). Esta es la razón por la que, entre los recursos de ayuda para supervivientes, diversas asociaciones, como Papageno, organizan escuelas de familias en crisis y grupos de ayuda mutua para personas que han perdido a un familiar.