¿Momias de dinosaurios?
Si entendemos por una momia un ejemplar seco, pero que aún conserva su carne, no existen. A decir verdad, los dinosaurios vivieron hace tantos millones de años que solo han llegado hasta nuestros días sus restos petrificados. Ahora bien, popularmente se conocen algunos restos de estos animales con el nombre de momias de dinosaurios. Se trata de ejemplares que sí que se momificaron después de morir, pero que luego se fosilizaron conservando muchísimos detalles. Pero de todos estos ejemplares, tal vez el más impresionante sea el del Borealopelta markmitchelli. El fósil de este dinosaurio se descubrió excavando en una mina canadiense, pero lo más curioso era que los estratos donde lo encontraron eran marinos, aunque se trataba de un animal terrestre. En concreto, era un dinosaurio que vivió hace 125 millones de años. Al morir, su cadáver fue arrastrado al mar, pero finalmente se hundió y quedó enterrado en el lecho marino. Esto evitó que fuera devorado por otros animales y lo preservó intacto, permitiendo que fosilizara de una forma excepcional. De hecho, aún se pueden apreciar sus escamas y unas pequeñas placas que le cubrían algunas partes del cuerpo. Lo curioso fue cuando se estudió a fondo su piel. Aún quedaban restos fósiles de lo que parecían pigmentos marrones y rojizos, un color que suele ser habitual en animales que se camuflan en su entorno.
Pero este fósil no es el único. En 1996 un granjero encontró en Liaoning un fósil bastante extraño. Fue bautizado como Sinosauropteryx. Lo más interesante del fósil era que en su cola se habían conservado unos anillos de color naranja y blanco.
Otro ejemplo es el del Psittacosaurus, que significa lagarto con pico de loro. En un ejemplar de este dinosaurio, se encontraron tejidos blandos petrificados. En un estudio de 2016 se vio que tenía melanosomas fósiles, es decir, los orgánulos celulares encargados del color. Así se descubrió que el animal tenía motas en el cuerpo. Además, también se sabe que tenía una coloración clara por el vientre y oscura en el dorso.
Estos tres ejemplares son muy valiosos para la ciencia ya que en los restos de dinosaurios no se suele apreciar ninguna pista acerca de su color.